El iPhone va al rescate de Nokia

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Un usuario con un iPhone X.

La firma finlandesa ya no vende celulares, pero aún vende licencias a Apple, Huawei y Xiaomi.


Para una empresa que ya no fabrica teléfonos móviles, es extraño que Nokia Oyj esté obteniendo casi todo su dinero con ellos.

Para la compañía finlandesa, el mayor fabricante de teléfonos móviles del mundo antes de la aparición del iPhone en 2007, ahora su principal negocio son las redes de comunicaciones, en teoría, responsable del 88% de los ingresos en el primer trimestre.

Pero a pesar de que vendió su negocio de teléfonos celulares a Microsoft en 2013, Nokia conserva gran parte de la propiedad intelectual, esencial para conectar dispositivos a redes celulares; otorga licencias de este conocimiento a través de su negocio Nokia Technologies. La división generó seis veces más ganancias operativas en los tres meses hasta marzo que la división de redes.

El año pasado firmó una serie de acuerdos de licencia con Apple, Huawei y Xiaomi; también obtuvo regalías de LG Electronics y Samsung. Los ingresos en la división aumentaron 50% y las ganancias operativas se duplicaron con creces a US$ 334 millones.

HMD Global Oy, ubicado frente a la sede central de Nokia, en Espoo, también está pagando por la licencia del nombre de una serie de teléfonos inteligentes con la marca Nokia. HMD ha introducido cuatro teléfonos este año y es financiado en gran parte por una afiliada de Foxconn Technology Group, la compañía china mejor conocida por fabricar el iPhone de Apple.

Desafortunadamente, la ganancia de la división de tecnologías es realmente el único aspecto positivo para Nokia. La fortaleza relativa de sus utilidades refleja la debilidad del negocio principal, que se encuentra atascado en un grave período de inactividad, mientras espera que los operadores comiencen a actualizar las redes a 5G. A nivel grupal, las ventas del primer trimestre no alcanzaron las estimaciones, en tanto que el margen operativo en el negocio principal fue un débil 0,9%. La acción cayó 9% en un momento en la sesión del jueves pasado.

Tanto Nokia como su rival Ericsson AB han tenido dificultades para encontrar fuentes de ingresos para estabilizar las ganancias en esos períodos entre las actualizaciones de la red. A Ericsson le ha ido un poco mejor últimamente, pero eso es desde una base muy baja a medida que intenta controlar los costos.

Con su negocio de licencias, Nokia al menos parece haber encontrado una forma de impulsar las ganancias, y está expandiendo la oferta a autos conectados y otros dispositivos. El máximo ejecutivo de la firma, Rajeev Suri, espera que las ventas de la red se recuperen en el segundo semestre a medida que las instalaciones de 5G comiencen a crecer, para alcanzar un buen ritmo en 2020.

Pero eso realmente tiene que ocurrir si Nokia no quiere seguir dependiendo de un negocio que abandonó hace cinco años.

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