¡Basta!




Brillos, lentejuelas y seducción son el clásico de las alfombras rojas, donde artistas y actrices posan luciendo sus cautivadores vestidos. Esta pasarela con su particular funcionamiento, comunica actualidad y moda. Para este 2018, si nos basamos en lo que se vio en los Globos de Oro, el protagonista será el negro. En un ejercicio colectivo, las  mujeres de la industria de Hollywood se organizaron y poniéndose en segundo plano, se vistieron de negro para la ceremonia de los premios a la pantalla chica y grande del entretenimiento. Conscientes del poder de la moda, tomaron como lenguaje sus ropas para marcar un punto que ya no se puede obviar en esta sociedad: igualdad y respeto de género.

Negro por rabia ante las injusticias de la industria. Negro por empatía hacia las víctimas de abusos sexuales. Negro para que esa noche el protagonismo se lo llevara el nuevo movimiento llamado Time's Up, que en español se traduce a "el tiempo se acabó": para el acoso y la desigualdad en el lugar de trabajo. Esta es la gran promesa de apoyo que a través de una carta abierta firmaron cientos de actrices famosas, escritoras, productoras y ejecutivas de la industria del espectáculo.

"La lucha para que las mujeres se abran paso, escalen posiciones o simplemente se hagan oír y sean reconocidas en los lugares de trabajo dominados por los hombres debe acabar. El tiempo se acabó para este monopolio impenetrable", son algunas de las líneas de la carta. La iniciativa incluye un fondo de defensoría jurídica, que ya cuenta con 13 millones de dólares en donaciones, para ayudar a las mujeres trabajadoras con menos privilegios, a protegerse y denunciar las conductas sexuales inadecuadas.

El mensaje de un cambio se hizo presente también en las acompañantes de las actrices. Susan Sarandon, por ejemplo, asistió con Rosa Clemente, periodista y activista pro medio ambiente; Emma Watson llegó con Marai Larasi, activista de género; Meryl Streep con Ai-jen Poo, directora de la Alianza Nacional de las Trabajadoras Domésticas.

Oprah Winfrey, quien recibió el premio Cecil B. de Mille, marcó pauta con su excelente discurso en el que dijo: "He entrevistado y representado a gente que ha sufrido muchísimo en la vida. Lo que tienen en común es mantener viva la esperanza de un mundo mejor. Quiero que todas las niñas que ven esto sepan que tenemos por delante un nuevo día. Y cuando amanezca será gracias a mujeres magníficas, muchas de las cuales están en esta sala. Y hombres que van a luchar unidos para convertirse en líderes y para llegar a ese momento en que nunca haya que decir: 'Me too'".

Lo que pasó en los Globos de Oro no nos puede dejar indiferente como sociedad. En Chile hay mujeres anónimas, que a pulso han logrado cosas inimaginables. Me uno a las palabras de la actriz Rachel Brosnahan, quien dijo: "Hay demasiadas historias femeninas aún que necesitan y merecen la pena ser contadas", como la de Patricia Beltrán, quien creó la Fundación Betania Acoge en Valparaíso, donde recibe a mujeres que viven en situación de extrema vulnerabilidad, y les proporciona respaldo y herramientas para sus nuevos proyectos de vida. Mujeres como ella hay muchas. Es hora de que nos empoderemos y dejemos el silencio de lado ante las injusticias contra el género femenino. Basta de pasividad. Basta de creer que historias de superación y aporte desinteresado a la sociedad son solo ficción de televisión.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.