Centroizquierda




Escribo estando fuera de Chile. Nuestros asuntos no conmueven al mundo. Titulares, páginas, imágenes y la web, son copadas por la grave crisis provocada por los independentistas catalanes a España con secuelas para la UE, por los efectos devastadores y sin precedentes del huracán Irma; o por las implicancias de los ensayos nucleares de Corea del Norte. Pero no por Chile. Eso me da buenas excusas para escribir sobre un asunto que sobrevuela hace rato nuestra política, coyuntura tras coyuntura.

Hasta inicios del actual gobierno, nadie gastaba ardores proclamando la importancia de la centroizquierda. Sin embargo, la coalición política que decía encarnarla, dio muestras crecientes de considerarla una realidad incómoda y no una virtud. Quizás fue el mareo con la mayoría parlamentaria de 2013. Concluyeron que la mayoría que debía imponerse no era la de  centroizquierda, tampoco la mayoría social, sino la mayoría política de esa mayoría. Así las cosas, se hicieron minoría social en apenas seis meses de gobierno. Lo mayoritario en la sociedad pasó a ser el rechazo a las reformas educacional y tributaria y en la coalición, las fricciones.

La centroizquierda política se divorció de las mayorías e internamente, sobre todo por las reformas que dieron identidad a este gobierno. Sumémosle esa gestión pública improvisada y chapucera de que fueron haciendo gala y más tarde, los escándalos de la opacidad en la relación entre dinero y política para llegar al presente. Concurre a la próxima elección con dos candidatos presidenciales y listas parlamentarias en competencia. En la necesidad, hoy todos proclaman valorar esa  cultura de centroizquierda tan objetivamente despreciada y hasta motejada de "neoliberal" por algunos. Pero quizás es tarde.

Hay un asunto profundo que lo empapa todo y que hasta los más reacios  comienzan  a vislumbrar. Esa enorme cantidad de familias que dejaron la pobreza y entonces se identificaban con la centroizquierda, ¿siguen teniendo igual identidad cultural y política, ahora como clase media emergente? Esa clase media que representa el mayor cambio social de Chile en 30 años, que ahora percibe desigualdades antes invisibles cuando padecían la pobreza, que cree en su esfuerzo personal y no en la política como razón decisiva de su progreso, que quieren hijos universitarios y ojalá en las elites no en el proletariado, que entienden el rol de la empresa, así como de crecimiento y empleo, porque el 80% trabaja en el sector privado, que rechazan la acción de la centroizquierda que han conocido estos años; esos, ¿siguen siendo de centroizquierda? ¿O vivimos  una nueva realidad social en busca de una representación política que ya no es esta centroizquierda, ni tampoco esa derecha conservadora tan de otros tiempos  como la primera? Demasiados comienzan a reaccionar como si lo supieran o intuyeran. Anuncian tiempos interesantes.

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