Chile y el cambio climático: acciones más que promesas




Me acuerdo del año 2005, cuando cursaba mi doctorado en Estados Unidos, estábamos organizando un recital a los pies del capitolio de Iowa City para enfrentar el cambio climático. Habían pasado ya cinco años desde que Al Gore perdió las elecciones presidenciales y Estados Unidos se retirara de cualquier compromiso de reducir gases de efecto invernadero. Pero también recuerdo que en ese mismo capitolio de Iowa City presenciar al actual presidente Obama, entonces candidato, prometiendo acción por el cambio climático. Hoy existe un clima de cambio en el todo el mundo para enfrentar el calentamiento global. Lo que siempre pensamos sería el futuro, está llegando a ser realidad. Y en lo personal, encabezar por algunos días la delegación de Chile en la cumbre climática de Lima es un sueño de toda una carrera.

Chile es un país vulnerable al cambio climático. La baja de precipitación y aumento de temperatura proyecta a que los caudales de los ríos que sustentan a varios de nuestros sectores económicos disminuirán entre un 40 a 50% en ríos como el Illapel, Aconcagua, Cautín, o la laguna Laja a mediados de siglo. Nuestras ciudades son vulnerables a inundaciones y olas de calor.  Para Chile es imperativo que el mundo se ponga de acuerdo en reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Y para lograr ese acuerdo puede cumplir un rol articulador en las negociaciones de las cumbres climáticas que se nos avecinan en Lima este diciembre, y en Paris el 2015. Y para tener credibilidad, Chile debe liderar con el ejemplo.

Chile siempre ha estado a la vanguardia en temas climáticos. Fue el primer país en transar bonos de carbono para el mecanismo de desarrollo limpio, con una central de pasada llamada Chacabuquito. Fue el primer país en registrar una política climática ante la ONU. Se la jugó por una reducción de CO2 en 20% al 2020, durante la participación en Copenhague. Y este año llega a Lima con dos impuestos verdes inéditos en Sudamérica. Impuestos diseñados en forma inteligente porque reducen emisiones y recaudan en forma progresiva.  Llega con dos hitos en energías renovables este año: se instalaron más ERNC que energía convencional y que en un solo año se instaló el doble de ERNC de lo que habíamos hecho en toda nuestra historia. Todo esto en un contexto de discusión de una política energética que fue participativa, con metas ambiciosas en eficiencia energética y reformas a las licitaciones de clientes regulados que beneficiarán al país con energía más limpia, más competitiva y lo más importantemente, más barata. 

Chile llega a Lima no con promesas, sino con acciones concretas para demostrar al mundo el esfuerzo que estamos haciendo para enfrentar el cambio climático. Estamos convencidos que este es el principal problema que esta generación tiene que enfrentar y Chile liderará con el ejemplo para llegar a París 2015 con un gran tratado que nos permita hacer frente a este desafío.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.