Cosas de grandes




Como cambia Colo-Colo. Es increíble los distintos trajes que presenta. Está muy tornadizo. Pasan las fechas y me pregunto: ¿cuál es el verdadero Colo-Colo? Brilló y dominó a sus dos grandes combatientes en los clásicos. Superó claramente a la UC en la Supercopa y venció sin apelación a la U en el Monumental. Necesitó golear a La Serena para seguir en Copa Chile, lo hizo y luego fue eliminado del torneo por Iberia. ¿Con qué Cacique nos vamos a encontrar?

Es una sorpresa su rendimiento. No tiene regularidad en su juego. Antofagasta y la UdeC lo presionaron en la mitad del campo, anularon a sus figuras y desapareció. Parece simple jugarle a Colo-Colo, lo presionas en todos los sectores, esperas en tres cuartos de cancha, doblas la marca, anulas a Valdés, Valdivia y Paredes y la tarea está hecha. Varios lo han ejecutado, pero la UC y la U no pudieron.

Mérito tuvieron los rivales que destiñeron el blanco pero también hay una falta de motivación clarísima para jugar con los peces más chicos. Para ganar un título hay que pegarle a todos por igual. Si no el proceso de Guede tiene fecha de vencimiento.

Más minutos para David Pizarro. Entiendo el acuerdo privado entre él y Hoyos. Una alianza, creo, que se podría olvidar. Es un convenio entendible y respetable entre gente madura, pero bajo mi punto de vista inentendible. Hoyos lo quiere para lapsos del segundo tiempo donde el rival da espacios y está supuestamente más agotado. Pizarro entra cuando hay que crear zonas en la ofensiva, cuando hay que controlar el partido o cuando con urgencia se requiere habilitar con un pase preciso a un delantero. ¿Por qué no hacerlo desde el inicio? ¿Por qué no evaluar el supuesto desgaste físico en el desarrollo del partido? ¿Por qué esperar una hipotética solución cuando el rival esté más agotado? En la ausencia de un 10, la U podría apelar desde el comienzo con Pizarro, Caroca y Reyes. David suelto. ¿Por qué no?

Otra opción para Hoyos. Si no existe la conformidad por los punteros que posee el equipo, debiera ubicar a dos delanteros netos (Pinilla e Isaac Díaz) y profundizar únicamente con los laterales: Matías Rodríguez y Beausejour. No es obligación jugar con tres puntas. Si por la banda no se hace daño, por los pocos metros que tiene de recorrido el puntero, es mejor que los que vienen desde atrás, con más espacio, penetren. El área la podría repartir cubriéndola con dos delanteros que conocen la zona. ¿Pueden estorbarse? Claro, si juegan juntos, si no se enganchan, si no se coordinan en la manera de marcar la jugada. Si se mueven en tres metros, ambos se terminarían odiando. Con la inteligencia de ambos, esos 40 metros del área sabrán utilizarlos sin parecer siameses.

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