Crecimiento 4.0 en la propuesta de Guillier




Piñera ahora está de acuerdo en que el crecimiento no basta. Siendo clave, si 1/3 de los ingresos va al 1% más rico, crecer no basta. Menos aún si parte de ello va a paraísos fiscales. El "frenazo económico" empezó a fines de su gobierno. En sus dos últimos trimestres, se creció bajo 3%, al caer el precio del cobre. El cobre aportó al gobierno central 3,2 puntos de PIB por año en su gobierno. En el actual, ese aporte ha sido inferior a un punto. En este gobierno, con el mismo precio del cobre, el déficit fiscal habría sido de 1 y no 3 puntos del PIB. No nos habrían rebajado la calificación de riesgo. Esa es la relevancia de diversificar exportaciones. A la derecha esto no le importa, salvo a Evópoli, pero ellos no inciden en el programa de Piñera.

El crecimiento 2018 estará entre 3 y 3,5%. Pero los factores de debilidad estructural seguirán vigentes: productividad estancada en 13 años; modesto gasto en innovación e I+D; baja diversificación productiva y exportadora, excesiva concentración económica. Necesitamos nuevos motores de crecimiento, con descentralización y planes regionales de desarrollo productivo y exportador, clusters y centros tecnológicos.

Rebajar impuestos, achicar el Estado y desregular mercados no permite lidiar con tales desafíos. Necesitamos un acuerdo público-privado de largo plazo para avanzar en energía solar, industrialización del litio, electromovilidad, "cobre verde" y refinerías de última generación. Podemos integrarnos a la cuarta Revolución Industrial, agregando valor y conocimiento a nuestros recursos naturales, con automatización, inteligencia artificial, IoT, Big Data, e-cloud, biociencias y nanotecnologías.

Ello requiere un nuevo pacto laboral que conjugue adaptabilidad y protección laboral, así como una profunda reinvención del sistema de capacitación y formación técnica para crecer con mejores empleos y salarios.

Crearemos una Oficina de Inversiones en La Moneda para facilitar trámites y aprobación de los grandes proyectos de inversión. Reformaremos el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental de los proyectos de inversión en línea con países OCDE, más exigentes que nosotros en ello, pero con plazos menores en esa evaluación.

Proponemos un Programa Nacional de Inversión en Infraestructura, apoyado en concesiones, para banda ancha, ampliación de la red de Metro (Santiago, Concepción y Valparaíso), transporte público en regiones, el megapuerto en la zona central, conectividad de las rutas 68 y 78, conectividad con Argentina (túnel Agua Negra) y mejores pasos cordilleranos, entre otros.

Construiremos la red de fibra óptica que conecte Aysén-Magallanes y trabajaremos en la fibra óptica que conecte América del Sur con China, a través de Chile. Tal política de Estado requiere esfuerzos públicos y privados, inversión nacional y extrajera. Banda ancha de calidad en escuelas, centros de salud, gobierno, municipios y pymes, teleeducación, telemedicina y Economía Naranja abrirán espacios de emprendimiento a nuestros jóvenes creativos y a Pymes innovadoras.

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