Data Science, una fuente de productividad y generación de valor




En el escenario en que nos encontramos, con bajos niveles de crecimiento y productividad, es necesario identificar palancas que nos ayuden a mejorar nuestra eficiencia comercial y operacional. Es aquí donde surge la importancia de la ciencia de los datos y la democratización de su uso para tomar decisiones con una mayor probabilidad de éxito. Para ello es necesario reconocer tres elementos fundamentales. El primero es la existencia de datos que no son usados para la gestión y que reflejan el desempeño de los negocios. El segundo, la necesidad de utilizar los datos y transformarlos en información para tomar mejores decisiones tácticas (aquí  es cuando se empieza a generar conocimiento concreto). Y el tercer elemento -y el más complejo- es incorporar este conocimiento en los procesos de decisión, con la finalidad de tangibilizar el valor y obtener los beneficios esperados. Esto, mediante la construcción o integración de soluciones analíticas que permitan abordar con inmediatez las decisiones tácticas.

Para Data Science se utilizan  técnicas de modelación analítica de datos conocidas como Business Analytics, las cuales tienen un uso muy intenso en la industria del retail (muchos clientes, productos y canales) que ayudan a entender lógicas de comportamiento del consumidor y, con ello, tomar decisiones asociadas a definiciones de mix de productos, precios y promociones, entre otras, con mayor certidumbre y velocidad (dado lo competitivo y concentrado del mercado). Este proceso de toma de decisiones ágil y apoyada en hechos concretos (Data Science) genera lealtad a través de una experiencia de compra customizada y mayores niveles de eficiencia, lo que se traduce en rendimientos superiores al promedio.

Es importante tener presente que nuestro país tiene su matriz productiva apalancada en la explotación de recursos naturales, con bajos niveles de agregación de valor. Este foco desarrollado exitosamente en décadas anteriores ya no es tal, pues nos encontramos en un proceso continuo de pérdida de competitividad que ha frenado nuestro crecimiento. Los mercados y las industrias se han ido sofisticando a una velocidad distinta a la nuestra y son las llamadas olas de innovación, con fuertes componentes tecnológicos, las que nos están reventando en la cara sin darnos cuenta. Es aquí, para ir desarrollando nuevas formas de generación de valor y productividad, que las soluciones analíticas basadas en Data Science tienen algo concreto que aportar.

Llegó  el momento de correr nuestras propias olas. Tenemos la tecnología, competencias profesionales, un creciente nicho de innovación apoyado fuertemente por el Estado a través de Corfo y un ecosistema que acelera los procesos de innovación tecnológica para los sectores claves de nuestra economía.

¿Qué nos falta entonces? Creer que podemos ser competitivos no solo en la extracción de recursos naturales, sino también en el desarrollo y/o implementación de tecnología para rediseñar procesos productivos, automatizar decisiones tácticas y así tener mayor certidumbre y velocidad al momento de planificar el futuro.

En este contexto,  el desafío de democratizar la analítica para todos los sectores de nuestra economía es crucial. Las oportunidades están y los beneficios son insospechados de cara a conseguir mejorar nuestro desempeño operacional y comercial. La ingeniería chilena es de alto nivel, sin embargo, tenemos que ser capaces de vincularla mucho más con las empresas para ir aterrizando la teoría a la práctica. Solo así podremos seguir construyendo soluciones analíticas para resolver problemas complejos que mejoren nuestro nivel de competitividad y también estaremos en condiciones de exportarlas a Latinoamérica.

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