Giorgio,el bueno
Giorgio nunca utilizó los pasajes que le pagaba el Congreso para promocionar la formación de su partido político. Giorgio nunca ha pretendido manipular la candidatura de la Bea.
Giorgio no tuvo ninguna relación con la bajada de Yerko Ljubetic ni la de Javiera Parada.
Tampoco estuvo detrás del grupito que armó el desastre de reforma educacional y que luego huyó del ministerio.
Giorgio nunca pidió que la Nueva Mayoría lo blindara en la elección parlamentaria.
Giorgio se abstuvo de votar en contra de la dictadura de Maduro porque no participa de acuerdos que se discuten "en cinco minutos". Giorgio se pela, cual Luca Prodan, "por el asco que da tu sociedad, por el pelo de hoy, ¿cuánto gastaste?".
Camila fue tremendamente injusta con Giorgio cuando lo acusó de "mansplaining".
Giorgio nunca ha tomado lujosas vacaciones en Marbella. Giorgio considera "desinformados o derechamente malintencionados" los comentarios que vinculan alguna protección hacia su candidatura.
A Giorgio le da vergüenza ganar cerca de 9 millones de pesos al mes. Giorgio y Camila incluso devolvieron los viáticos de un viaje a Finlandia.
Giorgio criticó a Guillier por preferir el asado y la siesta antes que cumplir con el deber cívico de votar en las primarias.
Giorgio le paró los carros a Bonvallet, porque alguien tenía que hacerlo alguna vez.
Giorgio asegura que "nunca le prometimos lealtad al gobierno" y que si algunos "revolucionarios" se consiguieron peguitas en el Estado, solo se trató de "servidores públicos" que quisieron aportar en agendas específicas.
Y, por supuesto, Giorgio nunca, pero nunca, pretendió bajar la candidatura de Mayol, porque -como él mismo señaló alguna vez- "cumple con los requisitos mínimos para poder ser un candidato dentro del Frente Amplio".
¿A qué viene, entonces, tanta polémica?
Giorgio nos ha obsequiado su tiempo y sus esfuerzos para protegernos de esa "política añeja que tan mal le ha hecho a Chile", como dijo su amigo Boric. Giorgio ha relegado sus propios sueños e intereses para entregarse por completo a esta obra magnánima de limpieza y restauración. Giorgio no busca el poder, ¡por favor!
Giorgio, afortunadamente, es resiliente.








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