Goic vs. Guillier




HAN LLAMADO la atención las disputas recientes entre las candidaturas que cohabitaron en la Concertación y en la Nueva Mayoría (NM). Aunque problemas de poder menores pueden explicar parcialmente estas confrontaciones ellas responden a evaluaciones distintas de los 20 años de Concertación y de las reformas de la Presidenta Bachelet.

Alejando Guillier tomó el compromiso de continuar y profundizar los cambios iniciados por Bachelet, lo que implica que más allá de valorar lo realizado por la Concertación se asume una postura crítica frente a excesos de la política de acuerdos, la mantención de una educación cuya calidad dependía del poder adquisitivo, la aceptación del sistema AFP como columna vertebral del sistema de pensiones entre otras políticas. No se trata de un continuismo ciego o que no asuma los graves problemas que ha enfrentado el proceso reformista. Son claros los nuevos énfasis. En educación privilegiar el fortalecimiento de la educación pública, el rol protagónico de los profesores, el rechazo a una comprensión de la educación como centrada en la formación de "recursos humanos". Releva también la apuesta a favor de una democracia representativa que se complementa con mecanismos de democracia participativa. Se enfatiza la necesidad de priorizar la transición a una economía del conocimiento, que valora al trabajador como fuente fundamental de ventajas competitivas, sin desvalorizar el aporte empresarial.

Prioriza la recuperación la capacidad de crecimiento, sin poner en cuestión los equilibrios macroeconómicos, pero entendiendo que ellos se viabilizan cuando con el crecimiento sustentable. De ahí la decisión de elevar la inversión en infraestructura hasta 4 puntos del PIB. Al contrario de la visión timorata que impera hay un claro reconocimiento del rol rector del Estado en el desarrollo económico. Y en este contexto, la apuesta para continuar en la construcción de una sociedad que reconozca los derechos sociales universales.

¿Qué representa en cambio la candidatura de Goic? Carolina Goic ha acusado a Alejandro Guillier de izquierdizarse y de que ese ha sido la gran falla de la presente administración. Pese a la presencia en la DC de fuerzas políticas que coinciden con los planteamientos de Guillier, Goic se ha ido deslizando hasta representar una parte sustancial de la tecnocracia concertacionista que corporizó la toma de decisiones en el contexto del pacto social representado por la Concertación y marcado por la fuerte incidencia de los herederos de la dictadura que sustituían su menor fuerza electoral por su poder económico y por los amarres constitucionales heredado por la dictadura. Estos sectores, fueron protagonistas del tránsito desde posiciones gubernamentales hacia puestos en el sector privado para volver luego a los diferentes gobiernos acostumbrándose a un sistema del cual buena parte de la población se fue alejando.

Representantes de estos sectores se constituyeron en los principales críticos de las reformas. El problema de la DC hoy es cómo volver a representar a sus bases partidarias que poco tienen que ver con los sectores tecnócratas indicados. Ello es clave para que Goic empiece a marcar.

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