Incendios forestales, balance de carbono y compromiso país




El inventario de gases efecto invernadero de Chile se ha caracterizado, hasta ahora, por el aporte que significa la absorción de los bosques y plantaciones forestales, que en su conjunto permiten compensar alrededor de 35% el total de emisiones del país.  En efecto, según cifras oficiales presentadas por Chile a la Convención de Cambio Climático de las Naciones Unidas el año pasado, nuestras emisiones totales alcanzaron el 2013 del orden de 110 millones de toneladas de CO2eq, las que se reducen a alrededor de 70 millones cuando se restan las absorciones del sector silvicultura y otros usos de la tierra.

Pero este año las cuentas no serán tan alegres para nuestro país…ni para el planeta.  La ola de incendios que se produjo este verano en la zona central de Chile, en la que se quemaron más de 480.000 hás de bosques, plantaciones, praderas y matorrales, implica que el sector silvicultura y otros usos de la tierra dejará de ser sumidero de CO2 e irá a engrosar la lista de las emisiones de Chile en alrededor de 60 millones de toneladas, pasando de un total de 70 a 130 millones de toneladas de CO2eq aproximadamente para el año 2017. Es decir, nuestro balance anual se verá casi duplicado.

Y a pesar de que los acuerdos internacionales respecto a cambio climático consideran que cuando hay fuerza mayor no se hacen exigibles los compromisos de reducción, si la dinámica de los incendios en Chile tiende a instalarse -lo cual es muy probable debido a que el cambio climático en la zona central de nuestro país genera condiciones cada vez más favorables para que éstos se inicien y propaguen- no podremos argumentar fuerza mayor año a año, dificultándose con ello el cumplimiento de nuestros compromisos internacionales de reducción de emisiones.

Las implicancias de este escenario en el futuro pueden no ser menores para la economía en su conjunto, por cuanto toda nuestra contribución en el Acuerdo de París ha sido diseñada sobre la base del alto componente de captación gracias a los bosques, plantaciones forestales y otros usos de la tierra que caracterizan nuestro país.  Si esa capacidad de captación ya no está disponible, será necesario buscar aportes en otros sectores de la economía para cumplir con los compromisos adquiridos.  Eso, sin considerar que el Acuerdo de París además requiere que, cada 5 años, los países aumenten la ambición de sus compromisos…

Como todo lo relacionado al cambio climático, sus efectos generan múltiples implicancias para la sociedad en su conjunto, y requieren del involucramiento y esfuerzo de todos para hacerles frente y transitar así hacia un desarrollo sostenible.

Otra razón entonces para avanzar rápida y contundentemente en adaptación al cambio climático en el sector forestal, cuyo beneficio percibiremos todos.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.