El Mall Baron y el Lamento Porteñista




Hace 20 años el gobierno de Chile formuló un plan integral para abrir el borde costero de Valparaíso inspirado en el caso de Barcelona, que logró revitalizar su economía creando grandes paseos, playas artificiales, marinas y hoteles.

El ex Presidente Lagos inicia la materialización del plan al transformar el abandonado muelle Barón en un paseo peatonal que llega hasta la Caleta Portales. En paralelo construye una avenida en la parte alta de la ciudad para sacar los camiones de la costanera, y recupera el antiguo ferrocarril con estándar de Metro.

Además logra que Valparaíso sea declarado "Patrimonio de la Humanidad" por la Unesco lo que permite gestionar un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por US$ 76 millones para impulsar obras de mejoramiento urbano en varios puntos de la ciudad.

Este gran impulso modernizador no continuó luego de Lagos. Los gobiernos posteriores desechan el plan integral y lo sustituyen por proyectos aislados para ampliar la capacidad portuaria o rentabilizar terrenos fiscales arrendándolos a terceros, como ocurre con el "Mall Barón" ubicado a un costado del muelle recuperado.

Entonces la ciudad entra en una fase de lamento, con airadas polémicas entre los promotores de los proyectos y sus detractores, que agrupan a buena parte de la elite porteñista, además de políticos que se suman a los bandos en disputa, motivando apasionados debates en bienales, editoriales y comidas.

En eso llevamos 10 años sin que se mueva una piedra y hoy el borde costero esta peor que nunca. Sigue cerrado en buena parte de su extensión, sus paseos se han deteriorado y son peligrosos en varias horas del día, las bodegas y maestranzas ferroviarias están abandonadas y con guardias para reducir el vandalismo.

Esta triste postal, sumada a la crítica situación económica de Valparaíso, podría explicar el cambio de criterio de la Unesco que luego de rechazar el mall por años, ha respaldado su construcción. En paralelo el gobierno ha decidido apoyar las obras de ampliación portuaria así que es posible que veamos grúas moviéndose.

¿Ganará la ciudad con esta reactivación?. Es probable que no si miramos la experiencia comparada, ya que las recuperaciones exitosas de borde costero se basan en la construcción de un gran espacio público que ordena y da valor al resto de las actividades, que pueden incluir centros comerciales como ocurrió en Barcelona.

En Valparaíso será al revés ya que el protagonista será un mall. Claro que la culpa no es de la empresa a cargo, sino que de las autoridades que desecharon el plan integral y dejaron de invertir para concretarlo. También tenemos responsabilidad quienes participamos en el debate y fuimos incapaces de ponernos de acuerdo olvidando a los 220 mil habitantes de Valparaíso que contemplaban esta discusión de "alto vuelto", mirando un borde costero cerrado con rejas, muros y guardias.

Con el mall estos vecinos podrán llegar al mar, ver una película o comprar en grandes tiendas. Y si nosotros no aprendemos la lección, nos seguiremos lamentando en nuevas bienales, libros y sentidas editoriales.

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