Primarias ahora o nunca




PARAFRASEANDO UNA reciente e irónica alusión de un aspirante de la Nueva Mayoría acerca del mecanismo electoral de las primarias, hoy ellas están cobrando inusitada trascendencia.

Este mecanismo electoral, ya adoptado por las democracias modernas, resuelve con idoneidad la manera de que sea la gente y no el dedo, quien resuelva en un sector político a su abanderado.

La centroderecha chilena ya lo adoptó y en buena hora.

Ahora las miradas se vuelven al sector gobernante, ya que el escenario que enfrentan no es claro.

Entre el desastre de un gobierno errático e improvisado y los magros resultados de la elección municipal, hay una crisis de fondo que se traduce en que los objetivos de cada quien, son muy distintos y contradictorios.

La DC se pregunta cómo pudieron firmar un programa de gobierno sin leer su contenido y cómo aún siguen asociados a un comunismo decimonónico que actúa con un pie en las pegas y con el otro en las calles, avivando la cueca del propio descontento que provoca la improvisación y el desgobierno.

El PPD y el PS no se reponen aún del desastre electoral y no saben dónde poner las fichas y, más allá, desde los cerros porteños la izquierda podemista reflexiona con Atria sobre el futuro.

Hoy Chile Vamos se consolida como la legítima entidad que puede gobernar este país no solo por sus ideas y proyectos, sino tambien como la coalición que apuesta a que sea el veredicto popular el que resuelva el tener un candidato común.

De cara a la opinión pública y con reglas de juego conocidas, Sebastián Piñera, Manuel José Ossandón y Felipe Kast, ya están en la medialuna y otros tantos, "al aguaite".

Los últimos días han sido un bálsamo para los escépticos y un respaldo para los que siempre tuvieron fe en un desafío municipal difícil y del cual salieron airosos, así como por la histórica apuesta de convocar a inscribirse para resolver en primarias la definición de su candidato.

Esta buena noticia le hace muy bien a la alicaída política nacional cuestionada desde diversos ángulos, por una opinión pública que merece mayor respeto.

Así como en Francia, en plenas primarias, los medios de comunicación con seriedad y profesionalismo han hecho una labor extraordinaria y digna de imitar de darle tribuna a todos los candidatos, en nuestro país confiamos que se haga lo propio.

Así entre todos debemos levantar la actividad política. Que las primarias sean el punto de inflexión para restaurar nuestros valores republicanos, que antaño nos enorgullecían.

Los candidatos, los medios y todos los chilenos tendremos un seria responsabilidad de ofrecer el apropiado escenario para que haya un real debate de ideas y proyectos de bien común, sin descalificaciones personales y con altura de mira.

Al final del camino, se premiará al vencedor de hoy, y probablemente dejará en la partida a los del futuro.

Sin duda será un apasionante desafío el tener primarias ahora, ya que de lo contrario, ¡ellas no se validarán nunca!

En la centroderecha chilena la apuesta está corriendo para recuperar el camino de progreso, desarrollo y con una fuerte mirada en los más débiles. Y que como sostiene Pablo Ortúzar: "Con la legitimidad de un poder que se construye a partir de visiones de lo justo, que logran ser impuestas a la mayoría de la población".

¡Benditas primarias, gracias por el favor concedido!

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