Reforma Educativa Integral




En la anterior columna, denominada Visión de Futuros Deseables, señalamos que los objetivos de la reforma escolar según Educación 2020 son cinco: Cobertura, Calidad, Equidad, Integración e Inclusión, Fortalecimiento de la Educación Pública. El punto de partida debe ser un consenso político de largo plazo sobre estos objetivos. Los tres primeros son obvios, los dos últimos no tan obvios para algunos. Lea aquella columna y verá por qué.

Le ruego armarse de paciencia. Hoy expondremos los nada menos que 16 ingredientes que debe comprender esta reforma, señalando cómo inciden en los cinco objetivos arriba mencionados. Esta no es una batalla de consignas, sino una reforma integral, debiendo lograr todos estos temas cubiertos o al menos iniciados en los próximos tres años y medio.

Cobertura. Es lo más avanzado a nivel escolar. Sin embargo, para cubrir el enorme déficit en salas cuna y jardines infantiles -que no deben ser meras guarderías- con una proporción adecuada de parvularias por niño, tan sólo en los próximos cuatro años habría que -además de construir miles de establecimientos-  formar cerca de 20 mil educadoras, bien calificadas, habilitadas y remuneradas, en carreras acreditadas. No se ve fácil y con los párvulos no se pueden correr riesgos.

Calidad: son muchos los elementos que incidirán en ella. La madre de todas las reformas es (I) la Política Nacional Docente, no sólo respecto a parvularias, sino también a profesores y directivos escolares. La gran discusión que se avecina será sobre la  aplicabilidad de esta carrera no sólo a escuelas públicas, sino también a las particulares subvencionadas, lo cual no significa necesariamente que el estatuto laboral de ambas deba ser similar. Pero es indispensable aplicarla a ambos tipos de sostenedores. Esta política deberá abordar temas tan variados como acreditación y políticas de admisión de carreras de pedagogía, formación, habilitación docente, inducción inicial, remuneración, evaluación, condiciones laborales (hoy atroces, en ambos sectores), y los indispensables estímulos al retiro digno de muchos profesores que han dejado sus pulmones en el camino. Todo esto costará anualmente cerca de US$ 2mil de los US$ 8 mil millones de la reforma tributaria.

Otros elementos centrales de la Calidad no cuestan dinero: (II) la poda del hiper proliferado currículum obligatorio, dejando más horas libres para atender a los alumnos con dificultades de aprendizaje, hacer talleres, arte, practicar deportes, y sobre todo para relevar las especificidades y diferencias en el aprendizaje que tiene cada persona, dado que no somos todos iguales. De igual forma, se requiere (III) la reducción del excesivo peso de mercado de los tests estandarizados (SIMCE y PSU), que ha terminado por desquiciar a los profesores y robotizar las mentes de alumnos que egresan con escasas capacidades de creatividad, expresión oral y escrita.

Otro elemento de la Calidad ya fue mencionado: (IV) la  educación preescolar con excelentes estándares, lo cual requerirá mega inversiones físicas y humanas. Mientras los niños de 36 meses, del quintil más pobre, tengan un vocabulario de menos de la mitad de palabras del quintil más rico, todos los sueños de Calidad y de Equidad se esfumarán. El lector ya puede ir viendo como todos los temas interactúan entre sí. El uso del término "sistémico" para la reforma escolar no es una palabra vacía o academicista. Así son todas las reformas complejas, como las de salud y seguridad ciudadana.

Otro ingrediente de la Calidad es la indispensable (V) innovación pedagógica. Aquí tienen la palabra las facultades de educación (con todas sus carreras debidamente acreditadas), no sólo para la formación de nuevos docentes, sino para el reentrenamiento de los actuales. Los anquilosados métodos de aulas frontales con estudiantes pasivos y desmotivados ya no dan para más. No es comparativamente tan caro, aunque masivo y toma tiempo.

Todavía otro ingrediente de la Calidad es (VI) el rescate de los Liceos Técnicos particulares y públicos, donde estudia cerca del 45% de los jóvenes, que necesitan en muchos casos pasar varios años trabajando y percibiendo ingresos antes de siquiera pensar en la educación superior. Oficios certificados, vinculación con los CFT e Institutos, marco nacional de cualificaciones, laboratorios, readecuación de sus especialidades a las realidades territoriales, educación dual, colaboración con las empresas… otro mega proyecto…. caro. La meta: que la ETP deje de ser "la educación de los pobres", para convertirse en una trayectoria válida de aprendizaje en todos los estratos sociales.

Hay un último y barato ingrediente de la Calidad: (VII) la desburocratización del sistema escolar. Mientras directivos, profesores y sostenedores de la educación particular y pública deban invertir una importante parte de su tiempo pasando lista cada hora, rindiendo 250 millones de horas-aula-niño cada mes, entregando numerosos y duplicados informes de gastos y actividades, recibiendo agresivas inspecciones del Mineduc, la Superintendencia, la Agencia de la Calidad, la Contraloría, la Inspección del Trabajo, de Salud, y pagando ingentes multas por cuestiones absurdas, se seguirá desperdiciando valioso tiempo para la educación. El necesario control ya está completamente descontrolado y todavía nadie fiscaliza a los fiscalizadores.

El tercer objetivo de política es mejorar la Equidad de resultados de aprendizaje entre los más pobres y los más ricos. La inequidad no es ni será únicamente educativa, pero esta es una ruta principal para su solución. Ya mencionamos dos de sus ingredientes: preescolar y liceos técnicos, pero hay dos más. Un aumento todavía más sustantivo de (VIII) la subvención preferencial, con mayor flexibilización de su uso. Mucho dinero. Lo que requieren los alumnos más vulnerables no son pizarras electrónicas ni tantos apoyos externos para las escuelas, sean del gobierno o de otras entidades, sino más y mejores profesores, psicopedagogos, asistentes de aula, ojalá perteneciendo a la planta estable, con tiempo suficiente para atenderlos y motivarlos.

El otro ingrediente de la Equidad es (IX) el urgente fortalecimiento de la educación pública, que es a la vez un instrumento de política y un objetivo en si mismo, como lo explica la columna anterior. La mayoría de los alumnos vulnerables está ahí, y pasarán muchos años antes que la educación pública se convierta en una oferta atractiva para los apoderados de clase media y alta. Mucho dinero.

Vamos ahora al hueso más duro de roer en lo ideológico, cultural y político. El cuarto objetivo, de Integración e Inclusión. Sintetizaré las razones esgrimidas en la columna anterior: la segregación (la peor del mundo, peor aun que la segregación geográfica) afecta la Calidad, la Equidad, y sobre todo la cohesión social del país. Esta segregación se para en dos patas: la destrucción de la educación pública, que en todos los países de la OCDE es la principal oferta integradora, en barrios pobres o acomodados, que no selecciona por nivel socioeconómico ni capacidad académica; y la excesiva presión de la mercantilización del sistema educativo, intrínsecamente segregadora, no por que sean sostenedores maléficos, sino porque deben jugar con las reglas del juego que se les pusieron.

Para reducir la presión segregadora del mercado educativo, es necesario intervenir simultánea y gradualmente en seis espacios: (X) la morigeración de la competencia por la subvención general, con una inteligente combinación de subsidio a la oferta y la demanda; (XI) la introducción de subsidios a la colaboración entre escuelas;  la ya mencionada reducción de la presión de los tests estandarizados como base de la competencia; (XII) la eliminación gradual del lucro, al mínimo costo para el estado y en el máximo tiempo; (XIII) la eliminación gradual del copago (costo financiero nulo, por si no lo sabía, pues la plata se gastará en subir subvenciones para educar, pero con elevado esfuerzo cultural); y (XIV) la eliminación gradual de la selección en Media, pues en Básica ya se eliminó en el 2008, nadie chistó ni dijo que se terminaba la libertad de elección ni que se estaba estatizando la educación. Esas son campañas del terror. Costo: casi nulo.

Cuidado: la eliminación gradual de la selección no servirá de mucho  si no se controla la expulsión arbitraria e injusta; y la eliminación del copago como instrumento de segregación tampoco servirá si los aberrantemente caros  e innecesarios textos escolares que se exigen a los apoderados de muchos colegios subvencionados continúan poniendo barreras de poder adquisitivo. (De la integración en la educación particular pagada algo ya hemos hablado, si gusta léalo aquí)

El quinto objetivo es el Fortalecimiento de la Educación Pública, que es a la vez un instrumento de Equidad y de Integración. Junto con la carrera docente, estas son las grandes y más caras macro reformas de este período. Esto se logrará con (XV) un programa inmediato, resolviendo con urgencia los problemas más acuciantes de las deudas de arrastre; reforzando la capacidad de gestión de numerosos municipios grandes, medianos o pequeños con desempeños comparativamente malos o pésimos; reforzando y acelerando la aun deficiente formación y concursabilidad de directivos; ligando más las escuelas públicas con los otros servicios municipales y regionales, y más en general con todos los Ministerios; con refuerzo a la infraestructura más deficiente; con campañas de matrícula e imagen, etc. Una mega operación que requerirá no sólo recursos financieros, sino también una gran capacidad de gestión desde el MINEDUC. En el mediano plazo, (XVI) la desmunicipalización es indispensable. Por bien que lo esté haciendo hoy un alcalde, nada garantiza que en la próxima elección municipal no sea reemplazado por otro cuyos principales intereses están en colocar a sus correligionarios en los cargos directivos, administrativos y docentes de su comuna.

Disculpe el lector si lo atosigamos con nada menos que dieciséis ingredientes, pero esperamos haberlo convencido que la reforma es sistémica y urgente. Cada año, en adición a los que desertaron, egresan de Media aproximadamente 100 mil jóvenes que no entienden lo que leen, que no pueden hacer operaciones aritméticas sencillas, frustrados, con su futuro comprometido y, por ende, también el del país. Ellos, y sus profesores, no están conscientes de las polarizadas consignas que se disparan a diario en la prensa nacional.

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