Sueños veraniegos




"SUEÑO de una noche de verano" es una obra de Shakespeare musicalizada por Mendelssohn. Trata de dos parejas de enamorados que, luego de muchas peripecias, logran casarse feliz y libremente. Evoco su trama, su final y el verano, al escribir. Lo sugiero, porque solo de los vuelos más libres de la imaginación veraniega puede nacer una salida a lo que preveo de este enero y sus cuatro sábados, donde tres partidos de la Nueva Mayoría han adoptado decisiones que desatan más polémica que consensos y la faltante DC, anuncia debates aún más trascendentales.

Es que la crisis de la Nueva Mayoría ha alcanzado en este verano niveles que exigen imaginación para resolverla. No digo que mi propuesta sea la correcta. Solo sostengo que ojalá todos echen a volar su imaginación, porque la realidad no augura nada bueno.

Mi pregunta veraniega es, ¿por qué en vez de ir a una primaria que se anticipa cuestionada, confrontacional y de resultado de dudoso acatamiento masivo, no van todos a primera vuelta y que sea la ciudadanía la que decida cuál será el candidato de la coalición? Así, la extendida invocación a una "designación participativa", encuentra su máxima expresión y se evita papelones como la primaria municipal de Valparaíso. Entre vuelta y vuelta, los partidos de la Nueva Mayoría pueden aprender de sus errores y retejer esta vez en serio, en base a sus propuestas de primera vuelta, esas deshilachadas bases programáticas surgidas otrora de un desaprensivo cheque en blanco.

Lo explicaré. Para algunos, Ricardo Lagos, candidato del PPD es inaceptable porque encarna la vieja Concertación de la que abominan. Para otros, Guillier es un candidato populista, del oportunismo encuestal y el apetito funcionario, cuyas ideas y propuestas nadie conoce, salvo el PC que expresó "coincidencias programáticas" con él. Lo anterior se suma a otras razones de la DC, para sentirse desconsiderada, maltratada y desperfilada en estos años, y optar por ir a primera vuelta en vez de quedar amarrada a acatar al triunfador de una primaria que difícilmente puede ganar. Para el PR, partido más pequeño, Guillier es el sueño de remontar a las alturas de la política y del estado, pero ese no es sueño colectivo de la coalición.

¿Por qué en vez de toda clase de maniobras que deterioran aun más la vida interna de la coalición y de sus partidos, no se sinceran las cosas ante la ciudadanía? Evitamos cubileteos como los de la semana pasada. El rechazo de última hora del senador Guillier a aceptar participar en una votación del CC del PS, luego de percatarse por sus partidarios que Lagos tenía mayoría; pero sí en la consulta de abril donde Lagos rehusó participar y se le dieron seguridades de que tenía alta probabilidad de ganar; o las explicaciones del mismo senador de por qué circulaba por los pasillos del local donde a la misma hora se realizaba el Pleno del CC del PS.

¡Menos espectáculo de vieja política! La definición presidencial, en vez de despejar una incógnita crucial, puede ahondar la crisis de la coalición. ¿Por qué, derechamente, no van todos a primera vuelta?

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