The walking dead: temporada de caza




¿Qué hace que el mundo entero esté cautivo por un grupo de sobrevivientes del Apocalipsis enfrentándose a zombies? Los ratings de esta, la quinta temporada de The walking dead, están rompiendo récords de audiencia en varias partes del globo. Y bueno, desde la primera temporada han pasado muchas cosas, muchas muertes y muchas vísceras, pero sigue siendo básicamente la misma historia: cómo el comisario Rick y su pandilla sobreviven al fin del mundo. Incluso si al principio los zombies daban terror (¡podían correr!), ahora, aunque vengan en manadas, uno sabe qué deben hacer nuestros protagonistas para eliminarlos.

La serie en sí es también una sobreviviente: basada en un cómic del mismo nombre, ha tenido ya tres cerebros al mando -el primero, el genial Frank Darabont, que estuvo a cargo de esa maravilla que es la primera temporada-; ha aumentado de capítulos, lo que aumenta también el relleno (uf, temporada cuatro); ha atraído y alejado a la crítica.

Ayuda al magnetismo que el grupo de Rick ha evolucionado. El mismo, siempre cauto, terminó la entrega anterior mordiendo la yugular de un enemigo (una movida muy Jack Bauer de 24, recordemos). El lema de esta entrega es "Cazar o ser cazado". Y si uno ya se acostumbró a que todo lo que puede salir mal va a salir peor todavía, que nos enfrentemos ahora a caníbales no-zombies sólo aumenta el morbo de qué es lo que podemos tolerar como audiencia.

Podemos tolerar mucho más. Porque queremos saber quién vive y muere. Porque a estas alturas, sólo los más aptos sobreviven y los queremos ver ingeniándoselas. Porque a veces la trama puede no tener mucho cerebro, pero nunca está falta de adrenalina. Porque tiene a dos de los mejores personajes de la TV, Carol y Darryl, la ex mujer golpeada convertida en GI Jane y el hábil dueño del arco y flecha que nunca tuvo más de lo que tiene en este fin del mundo.

No nos engañemos: The walking dead no es una gran metáfora de nada, aunque hay algunos temas dando vueltas por ahí, entre zombie y zombie: aceptar el peso de ser el líder, qué haría yo en el Apocalipsis (morir al primer capítulo, seguro). Quizás como audiencia seguimos ahí, sufriendo y pidiendo más, porque The walking dead no busca nada más que mostrar que a veces hay que estar dispuesto a dejar de lado todo lo que nos hace humanos para estar vivos.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.