¿Xenófobos? No, clasistas




Esta semana, tanto las lamentables declaraciones de una autoridad de gobierno como Waldo Mora y la protesta callejera "Recuperemos Antofagasta", se han llevado a cabo bajo el argumento que inmigrantes y la no existencia de una política de inmigración, serían los causantes de eventos tales como violencia, infidelidades, desmanes o simples alteraciones del orden público Sin embargo, a pesar que estas pueden ser consideradas como declaraciones aisladas o protestas de baja convocatoria, lo interesante es que es posible que a pesar del bajo número de participantes explícitos exista una alta proporción de la población que piense similar y que no se exprese a dado por no ser "políticamente correcto".  

Además, nos recuerda nuevamente nuestra falta de proacción en la medida que carecemos de una política clara en términos migratorios y que de solución o normalice a quienes decidieron dejar su tierra natal para tomar la nuestra como propia. Eso también incluye los temas de voto como de propuestas programáticas en términos de salud o pensiones, por nombrar algunos, que son los efectos de este tipo de fenómenos. Este vacío existe por la visión añeja de ser un país poco atractivo para inmigrantes por barreras de idioma, distancia o simplemente culturales, que está empezando fuertemente a cambiar.

De acuerdo al desarrollo de nuestra economía en la región, esta se encuentra siendo atractiva para futuros inmigrantes que ven a Chile como un país seguro, prospero y donde las oportunidades de trabajo están a la vuelta de la esquina dado que existen numerosos puestos en áreas relacionadas a servicios de aseo y construcción, que requieren mucha mano de obra y que nuestra población no la está proveyendo. Ejemplo de esto son el alto flujo de mujeres provenientes del Perú o Bolivia al norte de nuestro país como trabajadoras de casa particular o trabajadores en la minería desde Colombia y Ecuador, formando ya en todas nuestras ciudades barrios reconocidos.

 Tales tasas de inmigración se verán no sólo influenciadas por nuestro envejecimiento poblacional y prosperidad económica donde gran parte de nuestra fuerza laboral no podrá satisfacer ciertos puestos laborales, sino también de acuerdo a lo esperado en términos de impactos del cambio climático en donde a pesar que Chile muestra una alta vulnerabilidad ambiental, esta no se compara con los países más cercanos al ecuador y donde ya los organismos internacionales han dado la señal de alerta. Estas serán la razón principal para que extranjeros busquen nuevos asentamientos en Chile, obligándonos en muy poco tiempo a tener cambios culturales en torno a la tolerancia a la diversidad ya que incluso el nivel educacional de estos irá cambiando en el tiempo.

¿Estamos preparados para estos cambios? ¿Estamos preparados para la primera generación de hijos de Colombianos, Ecuatorianos, Bolivianos, Peruanos o Argentinos nacidos en Chile, sean aceptados como chilenos?. La respuesta es No.

 Claramente este no es un tema de aceptación de la diversidad, sino peor aún, somos un país clasista y discriminadores. Nadie ha reparado el incremento de numerosos "turistas" europeos que han llegado a nuestro país en la búsqueda exploratoria de puestos de trabajos para quedarse un tiempo dada la situación actual del viejo continente. Españoles, Franceses, Italianos, Alemanes e incluso de países asiáticos han visto a nuestro país ya no como un destino turístico sino como país atractivo para vivir. En este sentido, ¿Cuál es la diferencia entonces entre protestar y discriminar entre un Colombiano, Alemán, Francés, Boliviano, o Peruano?

Lamentablemente, no creo que el slogan "la xenofobia se pasa viajando" nos sirva, o tener que vivir en carne propia que en Europa se nos mire como delincuentes ya que "sería parte de nuestra cultura" robar, o en que los Estados Unidos ser chileno es igual a ser centro americano ya que nuestro dilema es directamente clasismo, aquél clasismo que nos hace pensar que  la calidad de un inmigrante depende del país de origen y que quizá los que vienen de Europa o Estados Unidos son mejores a aquellos con los cuales compartimos raíces de lenguaje y culturales.

 Esta discusión debiera alertarnos sobre empezar a reflexionar un poco más acerca de nuestra propia integración de clases, para combatir el clasismo discriminatorio a favor de aceptarnos primero a nosotros mismos para luego al que viene de lejos. Así y sólo así, la sustentabilidad en términos sociales de incorporar como variable los fenómenos migratorios pueda ser una palanca al desarrollo.

 Debemos empezar a vernos desde ya más diversos, ya que al parecer las tasas de inmigración no irán a la baja, sino por el contrario, serán un fenómeno común en un mundo globalizado y en donde espero no seamos un ejemplo como el que la sociedad en Francia ha empezado a dar, en donde una niña ya escolarizada por el simple hecho de ser "gitana" y su deportación algo "dentro de lo legal", se margine a una familia completa por algo que pudimos haber reflexionado con bastante antelación.  ¿Estamos trabajando para aquello?

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