Era una de las voces más reconocibles que irrumpió en el rock latino durante los 80, el período en que el género reinó casi sin contrapesos, sobre todo a mediados del decenio. Y sobre todo en Chile.

Un legado que acaba de llegar a su fin.

Según reportan medios argentinos, murió Horacio Eduardo “Marciano” Cantero Hernández, mítico cantante, bajista y líder de Los Enanitos Verdes, una de las bandas emblemáticas del rock argentino. Estaba internado desde finales de agosto, en la Clínica de Cuyo de la Ciudad de Mendoza, su tierra natal.

Tenía 62 años.

El artista había ingresado de urgencia días atrás por un dolor abdominal, que lo obligó a una internación. Los médicos le detectaron una “afección renal”. Su cuadro de salud se agravó el miércoles 7 de septiembre, tal como indicaron familiares. Le habían extirpado un riñón y parte del bazo

Minutos después de que se conociera la información de su deceso, su hijo Javier habló con la prensa local en la puerta de la clínica. “Por más que estoy muy triste, yo tengo 30 y estos 30 años que pude pasar con él fue un regalo. No puedo dejar de estar feliz por el gran hombre que era y por todo el amor que le devolvieron estos días”, dijo el joven.

Al ser consultado por las últimas horas de su padre, Javier dijo: “Después de la operación tuvo momentos no tan buenos. Hoy estaba mejor, pero la verdad es que la situación era critica. La verdad es que no era muy bueno el panorama. Quiero que lo recuerden no solo como él compositor, el cantante, el artista que era sino también como una persona maravillosa y mi mejor amigo en el mundo”, expresó el familiar del cantante en diálogo con el medio Los Andes.

“Él siempre decía en todas las entrevistas que ‘Amigos’ - por la canción - la compuso porque quería que su hijo fuera su mejor amigo, y se cumplió y él lo sabía así que eso me deja tranquila”, completó muy apenado.

La partida del músico fue abrupta y sorpresiva, ya que el el conjunto hace muy poco había finalizado recientemente la gira que celebraba el 40 aniversario del inicio de su carrera. Se presentaron en México y Estados Unidos, y en octubre tenían previsto viajar a Perú.

Una vida musical

Cantero nació en la ciudad de Mendoza el 25 de agosto de 1960. Su primer contacto con la música se produjo cuando escuchó por primera vez a The Beatles, cuando tenía sólo 9 años. En particular se sintió flechado por el bajo.

En 1979, junto a Felipe Staiti y Daniel Piccolo, forma Enanitos Verdes. En el año 1986 tocan en el programa Badia & Cía., frente a 300 jóvenes. Estas presentaciones le permitirían hacer a la banda conocida en Buenos Aires, lo que le serviría de plataforma para alcanzar una gran popularidad en Latinoamérica.

Antes, en 1984 el trío es invitado a participar en el “Festival de La Falda”. Ese año el grupo fue elegido “Grupo Revelación” del Festival, siendo aclamado por todo el público y la prensa especializada. Después del evento, viajan a Buenos Aires, y se incorpora un nuevo integrante, Sergio Embroni (guitarra y voz) como invitado y graban para el sello discográfico independiente Mordisco su primer LP, llamado homónimamente Los Enanitos Verdes.

Este primer álbum incluía el tema Aún sigo cantando, que causó impacto en las radios porteñas, convirtiéndose rápidamente en un “clásico” del rock argentino. En el año 1985 Embrioni deja la banda y se incorpora Tito Dávila, (teclados, compositor y cantante).

En 1986 editan su segundo álbum, titulado Contrarreloj, con la producción artística de Andrés Calamaro. Dicho álbum incluye canciones como Tus viejas cartas, Cada vez que digo adiós y La muralla verde. Otra tirada de clásicos imbatibles del rock trasandino.

En el otoño de 1987 graban el álbum Habitaciones extrañas, producido nuevamente por Calamaro, incluyendo, entre otras canciones, Te vi en un tren, Por el resto y El extraño del pelo largo. El disco fue grabado y mezclado en Estudios Panda, de Buenos Aires. En este mismo año Marciano Cantero canta la canción No Te Bancaste (En Sol) en el disco Por Mirarte, de Andrés Calamaro.

En 1988 realizan una extensa gira por Sudamérica, atendiendo también al éxito de otros coterráneos como Virus o Soda Stereo. Por ejemplo, entre sus grandes hitos, se presentan en 1988 en el Festival de Viña, con gran éxito, llevándose dos antorchas de plata.

En 1989 la banda deja en pausa su éxito y se toma un descanso, como parte también del declive del fenómeno del rock argentino. Eso sí, su música más ligera, de alto alcance pop y de corte más romántico, siguieron sonando en las radios.

Volvieron en 1994. El hit Lamento boliviano volvió a copar las radios y su nombre retornó a la primera plana. Y la imagen también característica de Cantero, con sus lentes, su pelo tomado y su manera característica de tocar el bajo.

Cantero también tuvo una provechosa carrera en solitario. Su trayectoria partió con arrancó con el disco Luna nueva, que incluyó el hit Todos esos momentos. También participó en múltiples colaboraciones, tanto de rock como en otros géneros. En 2019, por ejemplo, se vinculó a la escena urbana, al estar con de Bad Bunny y J Balvin para el tema Un peso.