Pepe Romero, el maestro de la guitarra en Chile

PepeRomeroWEB
El guitarrista clásico español estuvo en Chile en agosto de 2016, y hoy llega al Teatro Municipal.

Uno de los grandes intérpretes del instrumento se presenta hoy en el Teatro Municipal con un repertorio que lo lleva de Bach a Joaquín Rodrigo.


Para Pepe Romero las guitarras son como los amigos. Nunca defraudan, retornan cuando uno los necesita y siempre se descubre una nueva virtud en ellos. La única diferencia es que un amigo de carne y hueso se va a la tumba, mientras que un instrumento puede vivir siglos. A él le pasó: entre 1974 y 1998 grabó una y otra vez con el director inglés Sir Neville Marriner y usó la misma guitarra de 1973 del luthier cordobés Miguel Rodríguez. Aún la conserva en casa. Marriner, sin embargo, ya no está.

El conductor británico murió en octubre del 2016 a los 92 años, no sin que éste le propusiera animosamente volver a tocar juntos.

La anécdota la contaba Romero en agosto de 2016, cuando vino a Chile por primera vez para interpretar el Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo junto a la Orquesta Sinfónica Nacional. Marriner, con quien grabó la obra en 1978 y 1992, moriría dos meses después.

Virtuoso y de espíritu optimista, el guitarrista malagueño nacido en 1944 es capaz de relatar tales historias, pero la nostalgia no lo inmoviliza. Por eso tal vez viene a Chile con otra guitarra. Una con número. "Esta es la número 280 de mi hijo Pepe Romero Jr., quien es luthier", dice al teléfono desde España. "La primera vez que estuve en Chile toqué con otra, con la número 90. Son parecidas; es un instrumento muy sonoro, con voces muy parejas y una gran cantidad de armónicos. El otro día vino un amigo que toca guitarra flamenca a casa y estaba admirado. Me decía: 'Pues su hijo le pone violines en el interior a la guitarra'".

En esta oportunidad, Romero dará un recital en solitario. En el concierto de hoy en el Teatro Municipal abordará en primer término una serie de transcripciones para guitarra de obras de Johann Sebastian Bach, entre ellas Dos suites para violonchelo, y luego entrará al repertorio romántico alemán con Tres danzas alemanas de Franz Schubert y el Album para la juventud de Schumann. Ya en la segunda parte se moverá en la tierra de la música española, con obras de Joaquín Rodrigo, Federico Moreno Torroba y su propio padre, el también guitarrista Celedonio Romero.

La revista británica Gramophone situó hace unos años a la segunda grabación de Pepe Romero del Concierto de Aranjuez como la mejor de todas, superando a otras referencias como su compatriota Narciso Yepes.

Para Romero, los secretos en el arte del perfeccionamiento en su instrumento son más bien públicos, y dice que lo que le puede haber enseñado su padre es lo mismo que él transmitía a sus alumnos. "Ahora, si naciera de nuevo y me dieran a elegir entre estudiar en un conservatorio o con mi familia, me sigo quedando con la familia", dice el músico, que durante mucho tiempo ha tocado además en el grupo familiar Los Romeros.

Sobre el repertorio que abordará en Chile, agrega: "He tratado de hacer un programa que muestre la ductilidad de la guitarra. Que la exhibe tanto como un instrumento que se adapta muy bien a Bach, Schubert o Brahms, y que puede naturalmente tocar toda la música española por la que la conocemos".

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.