KATE MIDDLETON y el príncipe William escaparon a la isla caribeña de Mustique antes del nacimiento de su primer hijo, George. Con varios meses de embarazo, la cobertura de los medios a la acción de los duques de Cambridge puso nuevamente en la cabeza de muchas parejas la idea de una escapada romántica a algún destino paradisíaco, donde poder descansar y aprovechar de pasar unos días a solas, sin interrupciones.

Babymoon, palabra que viene de honeymoon (luna de miel) y baby (bebé), es un término acuñado en los 90 para designar el tiempo que los padres y su hijo recién nacido pasaban juntos conociéndose. Con el cambio de milenio el vocablo adquirió su sentido actual y pasó a designar las vacaciones que una pareja toma justo antes (o inmediatamente después) del nacimiento de su primer hijo. Una especie de preparación para las nuevas experiencias y muchas noches sin dormir que van a venir.

Este es el caso de Catalina Zúñiga (35), que decidió visitar Córdoba, Argentina, por unos días junto a su marido cuando estaba embarazada de su primer hijo. Catalina cuenta a Tendencias que viajó con siete meses de embarazo y fue sólo por instinto, no tenía idea de que este tipo de turismo recibía un nombre particular. "Viajar embarazada es más entretenido, tiene beneficios, todos te cuidan, puedes pasar primero y, en mi caso, quería que mi hijo desde la guatita, se acostumbrara a recorrer, a conocer", agrega.

Pero no es llegar y salir. Se debe elegir un lugar que cuente con los servicios médicos necesarios en caso de requerirse, que permita a los futuros padres relajarse, pasear y conocer el lugar sin sobresaltos. De hecho, una de las principales recomendaciones es viajar durante el segundo trimestre, cuando recién comienza a notarse el embarazo, todavía se pueden realizar actividades físicas y se está llena de energía.

Ana María White, gerente comercial de Despegar.com, señala que los destinos más recomendados son aquellos lugares con buen clima, donde es posible descansar sin preocupaciones. Así, ofrecen paquetes, que se ajustan a las necesidades de cada pareja, a playas en Brasil, México y el Caribe, disponibles durante todo el año y que permiten escapar a la rutina y disfrutar de unos días de ocio y tranquilidad antes de la llegada de una guagua.

Otra elección muy popular es relajarse en un crucero, donde se combina el descanso con la diversión en un solo lugar: piscina, spa, casinos, espectáculos, restaurantes, etc. White destaca que "los cruceros están acondicionados y equipados con excelente infraestructura y servicio, logrando una experiencia realmente única en este sentido". Como lo que muchos buscan es buen clima y playas, Miami se ha convertido en un destino muy visitado por las parejas que deciden tomar una babymoon, ya que se puede tanto descansar como pasear y adquirir ropa y artículos infantiles, o también combinar con un crucero de tres noches por Bahamas.

Otros consejos a la hora de viajar es contar con la autorización del médico tratante, elegir asientos junto al pasillo en los aviones, vuelos nocturnos que permitan un mejor descanso, evitar las escalas prolongadas y tomar sólo agua embotellada.

Isabella Dallago, gerente general de Viajes Falabella, cuenta que, "si bien la tendencia en Chile es incipiente, desde hace unos dos o tres años observamos cómo el segmento de las madres primerizas busca este descanso previo a lo que es la maternidad". Detalla que los paquetes para babymoons tienen una amplia oferta all inclusive, ya que los destinos elegidos cuentan con este tipo de servicio. Por lo general estas escapadas duran entre 10 a 15 días, aunque depende mucho de los meses de gestación que tenga la madre, motivo por el cual muchas parejas toman paquetes con seguro de asistencia en viaje.

Esta fue la elección de Rommina Mizala (27), comunicadora audiovisual que viajó junto a su marido a Bayahibe, en República Dominicana. La pareja postergó la luna de miel para después del nacimiento de su hija, se hospedó en un resort con todo incluido, siguiendo al pie de la letra las indicaciones de su doctor. "Me dijo que me relajara y aprovechara al máximo los días allá, no había riesgos, sólo tenía que disfrutar el agua, el sol y las bondades de la buena mesa".

La Riviera Maya, que se extiende por 130 km a lo largo del Caribe, en México, fue el destino que eligió Macarena Salinas para un descanso previo al nacimiento de su hijo. Ella también consultó a su médico, quien le dio algunas recomendaciones, en particular respecto a las comidas. "Me parecía óptimo tener un descanso con mi marido antes de que naciera nuestro segundo hijo, y también para aprovechar de comprar algunas cosas que nos faltaban en Miami, donde pasamos algunos días". Agrega que la primera vez que escuchó sobre las babymoons fue "cuando viví en Australia hace cuatro años, que escuché algunas experiencias de mamás jóvenes que iban al sudeste asiático". Describe el viaje como una excelente experiencia que permite tener un espacio para la pareja cuando muchas veces el tiempo que se dedica a la relación es escaso debido a que con los hijos, la prioridad siempre son estos.

En Expan Tours, Cristóbal Forttes, gerente de ventas, dice que las mujeres no sólo viajan a un babymoon cuando esperan su primer hijo, sino que también con el segundo y tercero. Incluso, ya que los hombres se involucran cada vez más en la crianza, son ellos los que proponen realizar un viaje. Forttes recomienda a las parejas que quieran escapar de todo por algunos días que "planifiquen su viaje con la debida anticipación de forma tal de generar el menor estrés posible a la futura madre, que tomen vuelos directos sin escalas y que no planifiquen tantos tours ni recorridos en auto; es un viaje para descansar y ese debe ser el objetivo en todo momento".

Sol, playa y relajo. Un momento para la pareja antes que los niños comiencen a ocupar toda su atención.