El rumor corrió rápido. Primero a través de un blog la tarde del lunes y horas después, por Twitter y Facebook. Incluso Wikipedia dio por muerto a Carlos Menem. Entonces, la alarma cundió por las redacciones y noticiarios de los medios argentinos. Pero todo se trató de una versión falsa, desmentida por el propio ex presidente transandino y su entorno. En los últimos días, la prensa argentina ha señalado que la salud de Menem, de 79 años, ha empeorado. Según la revista Noticias, la diabetes y la hipertensión congénita que padecería el ex mandatario se han agudizado y su cuerpo revelaría síntomas de deterioro, al punto que a veces debe caminar agachado en la privacidad de su hogar. A ello se suma un hecho que hasta sus más cercanos confirman: la soledad del ex mandatario.
"Mi hermano vive solo", contó a La Tercera Eduardo Menem (ver entrevista). El ex presidente (1989-1999) dejó su natal La Rioja y se instaló en una casona ubicada en la calle Echeverría, en el acomodado barrio porteño de Belgrano R. A Menem sólo lo acompaña su ama de llaves y un coronel de la Policía Federal que se ha convertido en enfermero, de acuerdo con Noticias. El único integrante de su antiguo círculo de hierro que aún permanece a su lado es su secretario privado, Ramón Hernández. "Está muy viejo y se le nota", comentó a La Tercera una fuente con acceso a Menem. En las últimas semanas, en medio de las versiones sobre su salud, el ex mandatario ha sido visitado por su hija Zulemita y ha pasado horas jugando con su nieto Luca, de cinco años.
"Estoy bien"
También, el ex gobernante se ha mantenido en contacto permanente con su primera esposa, Zulema Yoma, de quien se divorció en 1991. "Yo estoy muy bien con Zulemita y con la madre de ella", reconoció ayer el propio Menem cuando desmintió sus supuestas enfermedades.
Hace poco, Menem se reconcilió con su hijo extramatrimonial, Carlos Nair, a quien reconoció recién en 2007 y que ahora se encuentra participando en el reality Pelotón de TVN. También su entorno insiste en que Menem mantiene intacta su actividad parlamentaria (fue electo senador en 2005), aunque rara vez se le ve en el Congreso, y que juega golf al menos una vez por semana.
No obstante, los analistas sostienen que Menem perdió todo peso político. De hecho, en 2007 fue derrotado en las elecciones por la gobernación de La Rioja. Pese a ello y las causas judiciales en su contra, el menemismo insiste en que su líder volverá a ser candidato en 2011. "Síganme, no los voy a defraudar", suele repetir Menem.