Libro abre debate por paralelismos entre 1914 y actual crisis
<P> <I>Sonámbulos</I> describe los gestos involuntarios que desataron la Primera Guerra Mundial.</P>
"Sé que ustedes, al igual que yo, tienen la mente puesta en Ucrania. Nadie habría creído, a principios de este año, en el que se conmemora el centenario del estallido de la Primera Guerra Mundial, que en un país vecino a la Unión Europea la guerra se convertiría en un peligro real (...). Al mismo tiempo, tenemos que estar atentos a no meternos como 'sonámbulos', tal como afirmó el historiador australiano Christopher Clark a propósito del estallido de la Primera Guerra Mundial, en un conflicto cada vez más intenso". Esa era la advertencia que en marzo pasado hacía el presidente del Parlamento Europeo, el alemán Martin Schulz, luego de que Rusia desafiara a Occidente al anexar la península ucraniana de Crimea a su territorio.
Como Schulz, no son pocos los que hoy hacen paralelos entre lo sucedido a comienzos del siglo XX y la actual crisis en Ucrania. Y, al igual que el presidente del Parlamento Europeo, muchos buscan en el libro de Clark, Sonámbulos: cómo Europa fue a la guerra en 1914, los argumentos para fundamentar sus dichos. La obra de este catedrático de la Universidad de Cambridge fue elegida como una de las 10 mejores de 2013, según los editores del New York Times Sunday Book Review. En ella, Clark repasa las décadas de historia que conformaron los acontecimientos de 1914, analiza los mutuos malentendidos y los gestos involuntarios que hicieron que se desatara la crisis en pocas semanas y, lo más importante, describe cómo los líderes durante la Primera Guerra Mundial tomaron decisiones sin pensar en las consecuencias posteriores. "Los protagonistas de 1914 eran como sonámbulos: vigilantes, pero ciegos; angustiados por los sueños, pero inconscientes ante la realidad del horror que estaban a punto de traer al mundo", escribe.
El propio Clark se hace cargo de estos paralelismos. En una columna publicada en el diario español El País, el historiador reconoce que "es ya casi un tópico decir que el mundo en el que vivimos se parece cada vez más al de 1914". "Igual que en 1914, una potencia en ascenso se enfrenta a otra superpotencia cansada (pero no necesariamente en declive)… A nadie que, desde la perspectiva de los primeros años del siglo XXI, evoque el rumbo que siguió la crisis de 1914, pueden dejar de impresionarle los ecos contemporáneos", agrega.
En ese sentido, Clark destaca las similitudes entre lo ocurrido hace 100 años y hoy. Entonces, Gran Bretaña representaba al "titán cansado", posición en la que muchos ubican a Estados Unidos en la actualidad. Y en ambos casos se produjo el shock de una crisis imprevista en un país frágil de Europa del Este, lo que impulsó a las naciones hacia el borde del abismo. Según el columnista de The Washington Post, David Ignatius, la gran diferencia es que a pesar de los movimientos agresivos de Rusia en Ucrania, los países occidentales respondieron con lo que Clark llama "prudencia y cautela" en lugar de una escalada al unísono, como en 1914.
Por ello, el historiador australiano evita lo que llama paralelismos fáciles. A su juicio, "hoy no existe ninguna contraparte para el tipo de 'escenario de inicio de los Balcanes' que impulsó la escalada en 1914".
"Hoy en día, el mundo es diferente, las democracias modernas tienden a tener mecanismos de toma de decisiones transparentes y bien pensados. En cuanto a la actual crisis en Crimea, sólo hay un sonámbulo: Vladimir Putin", afirmó Clark en una reciente entrevista. "A pesar de la imagen pública de fortaleza que está tratando de proyectar, Putin está actualmente en una débil posición en el escenario internacional. De hecho, Putin es un hombre débil que representa a un país débil", concluye.
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