El nuevo catastro de campamentos realizado por el Ministerio de Vivienda arrojó una realidad aún más dura de la que se estimaba en torno a las tomas en el país: se contabilizaron más de 30 mil familias, distribuidas en 760 campamentos.
Estas cifras representan un aumento de 253% en el número de familias en campamentos en los últimos años.
A partir de estos antecedentes, en su mensaje del 21 de mayo, el Presidente Piñera anunció que en lo que queda de gobierno se entregará el doble de los subsidios asignados en los últimos cinco años.
En concreto, el Ministerio de Vivienda entregará 18 mil subsidios para igual número de familias en situación de campamentos hasta 2014. De ellos, cinco mil podrían entregarse este año.
"El tema de los campamentos es dinámico. Aún no ha sido posible terminar con ellos, pero representan sólo una parte del problema. Una figura interesante es compararlos con un iceberg: reflejan la punta de una vulnerabilidad muy importante, donde está el 15% de las familias vulnerables, pero hay un número importante de ellas que no está viviendo en campamentos, pero sí en condición de allegados, y es una situación muy difícil", admitió el ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez.
Agregó que, además de los 18 mil subsidios, se entregarán títulos de dominio y se urbanizarán otras cinco mil viviendas. De esa forma, se busca que en tres años 25 mil familias salgan de su situación de campamentos.
Sin embargo, aún restarán más de cinco mil familias que seguirán viviendo en tomas.
Según el secretario ejecutivo del programa de Desarrollo de Barrios, Francisco Irarrázaval, la solución a largo plazo pasa por una política multisectorial.
"Los campamentos son un problema estructural. Si se saca uno, aparece otro, porque mientras no se acabe con el déficit habitacional, siempre va a haber familias dispuestas a vivir en un campamento", advirtió.
Para el director social de Un Techo para Chile, Alexander Kliwadenko, la solución a los campamentos no pasa sólo por asignar subsidios, sino por entregarlos y dejar los proyectos encaminados. "En esta materia, el gobierno no está mostrando la misma ambición de otras áreas. No existe un compromiso de que los subsidios estén realmente entregados. El hecho de que estén en manos de las familias es la única garantía que pueden tener de una solución", dijo.