Pablo Simonetti: "El cambio cultural para terminar con la discriminación va a tomar 40 años"
<P> Alaba el Acuerdo de Unión Civil, pero asegura que es parte del camino hacía la igualdad. </P>
El escritor Pablo Simonetti, activista por la diversidad sexual y miembro del directorio de Iguales y de Espacio Público, remarca que el Acuerdo de Unión Civil es un primer paso hacia la igualdad, pero recalca que Chile aún tiene mucho que recorrer en temas de inclusión. "Los pasos que vienen son el matrimonio igualitario y la ley identidad de género", asegura.
¿Cómo cambia el Acuerdo de Unión Civil la realidad de las parejas en Chile?
Es un cambio relevante, porque por primera vez se van a reconocer los derechos de las parejas del mismo sexo. Eso viene a subsanar la postergación de derechos que convertía a nuestro país en una nación injusta para una parte de la población, porque sus relaciones personales no eran amparadas por el Estado. Si hacemos una línea de tiempo, hemos avanzado hacia la inclusión a través de la Ley Antidiscriminación y ahora con la Unión Civil. Esto es un paso que estamos dando, pero claramente estamos lejos de la plena igualdad de derechos y del reconocimiento de la diversidad como un bien cultural.
¿Por qué falta aún?
Lo que pasa es que el Estado de Chile todavía no reconoce que somos una sociedad diversa, no sólo en el tema sexual, sino en las distintas formas de discriminación que persisten. Hablo de personas con capacidades diferentes, adultos mayores, etnias.
¿Cuál debe ser el siguiente paso?
Los pasos que vienen son la ley de identidad de género y luego la ley de matrimonio igualitario. También la creación de una institucionalidad potente de igualdad y no discriminación en el Ejecutivo, la que tiene que ser capaz de transformar al Estado de Chile y la sociedad para recoger esta diversidad y darle todo el valor y la protección que requiere.
¿Qué pasos debería dar el Parlamento y el Gobierno para iniciar este camino?
Tenemos un proyecto de ley sobre identidad de género en trámite en el Congreso. Ha sido un proceso lento que se ha visto entorpecido por la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos en manos de la senadora Jacqueline van Rysselberghe. Ese es un proyecto que debemos sacar con urgencia, porque la comunidad trans es una de las más discriminadas dentro de la diversidad sexual y en Chile. No hemos sido capaces de asegurarles el derecho a la identidad, a la educación y al trabajo.
¿Cuál sería su rol en ese proceso?
En Espacio Público, centro de desarrollo de políticas públicas que dirige Eduardo Engel, estamos generando un proyecto para crear una institución del Ejecutivo que tendría instrumentos de gestión, capacidades y funciones para generar promoción y educación, pero también buscaría cambiar la manera con que el Estado entiende la diversidad, de manera que asegure un enfoque de igualdad de derechos para todos. Hay un estudio, realizado por Libertades Públicas, que muestra que hay 8.769 normas donde se hace referencia a la palabra cónyuge o a alguna equivalente en las regulaciones chilenas, entonces hay algunos derechos que se le dan a la mujer y otros al hombre.
¿Y a qué se debe eso?
Esto es porque venimos de una historia que quiso imponer la idea de uniformidad y que fuéramos un país en donde no hubiera diversidad de ningún tipo, ni de etnias, ni sexual, donde el hombre tenía un rol y la mujer otro. Entonces vamos a tener la Ley de Unión Civil, se van a sumar la de matrimonio igualitario e identidad de género, pero el cambio cultural para terminar con la discriminación va a tomar 40 años y eso pasa por la educación.
¿Qué se requiere en educación?
Si no somos capaces de permear la educación no estamos logrando nuestro objetivo. Los cambios culturales son siempre a largo plazo. Podemos tener leyes de matrimonio igualitario e identidad de género de aquí a cinco años, pero el cambio cultural para terminar con la discriminación no ocurrirá sin educación. Tenemos que ser capaces de pedirle al Mineduc que tenga metas de inclusión, que tenga planes y programas que consideren en el currículum el tema, que se enseñe la historia de la diversidad sexual, el respeto a los derechos humanos en educación cívica, etc..
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