Si alguien hiciera una encuesta sobre qué personaje identifica a la chilenidad, sin duda que Condorito figuraría primero. El pajarraco de ojotas, pantalón negro remendado y polera rojo-anaranjada se ha ganado un lugar en el alma nacional.
Desde expresiones como "¡Exijo una explicación!" o quedar "¡Plop!", hasta personajes como Huevoduro, Garganta de Lata, Comegato, Pepe Cortisona y Yayita (fuentes de apodos para incontables personas a lo largo de nuestra geografía), la historieta creada hace 60 años por el dibujante René Ríos ha entretenido a generaciones de chilenos y, también, desde hace unas décadas, a lectores de distintos países de la región.
De hecho, hay quienes señalan que Condorito es un símbolo del carácter latinoamericano. Eso convertiría a Pelotillehue, el pueblo ficticio donde el plumífero y sus amigos viven sus aventuras, en una suerte de Macondo del cómic criollo.
Publicado por primera vez en 1949 en la revista Okey, Condorito ha llegado a ser lo que es gracias a un proceso que mezcla el cambio y la continuidad. El personaje ha sufrido algunos retoques respecto del original, mientras se han ido agregando ciertos "actores de reparto" (sin duda, el más exitoso es Coné, el simpático sobrino de Condorito) y determinadas viñetas (como la tradicional página doble "La Panamericana") han perdido vigencia.
Homenajeado a través de una estatua erigida en su honor en la Gran Avenida en Santiago, Condorito trasciende al papel y es un verdadero símbolo nacional. (IIS)