A raíz de las críticas que ha recibido por el operativo policial ocurrido el jueves pasado, que terminó con la vida de Mohamed Merah, autor confeso del asesinato de siete personas (tres soldados de orgen magrebí, tres niños y un profesor judío) en Toulouse, el Presidente francés, Nicolas Sarkozy, asumió la responsabilidad por el actuar de los agentes de la brigada especial que tras 32 horas redujeron al joven de 23 años en vez de capturarlo vivo. "No permitiré que nadie ponga en cuestión el honor de los que han puesto fin, arriesgando su vida, a la trayectoria sangrienta de un terrorista monstruoso", afirmó.
Estas declaraciones fueron hechas, luego de reunirse con los máximos responsables del cuerpo de policía y algunos miembros de su gabinete para abordar temas de seguridad, en el Palacio Elíseo.
El presidente rindió homenaje a la "eficacia y el coraje" de las fuerzas del orden francesas y consideró que la neutralización de Merah se produjo en un plazo relativamente breve. En tanto, el candidato socialista a la presidencia en los comicios de abril y mayo próximo, François Hollande, había expresado dudas sobre la actuación de los servicios de inteligencia.
El Ejecutivo, sin embargo, se ha mantenido firme en rechazar dichas críticas, y el ministro del Interior, Claude Guéant, afirmó que tras los ataques a la conducción gubernamental de esta tragedia hay motivaciones políticas.
Paralelamente, la investigación integró al hermano de Mohamed, Abdelkader Merah, en sus pesquisas. Esto, luego de que confesara haber estado presente junto a su novia cuando Mohamed robó la moto que usó para desplazarse al momento de cometer los crímenes.
A diferencia de la madre del terrorista, que fue liberada el viernes y se ha manifestado llena de remordimientos por el comportamiento de su hijo, Abdelkader fue trasladado desde la comisaría de Toulouse -donde se encontraba desde que fue detenido el miércoles- a la Subdirección Antiterrorista en las afueras de París luego de que se encontraran explosivos en un auto de su propiedad y de que afirmara sentirse "muy orgulloso" de su hermano.
Si bien el servicio de inteligencia francés (Dcri) no cuenta con antecedentes de que Abdelkader pertenezca a una red islámica radical, la investigación está intentando esclarecer si fue cómplice en la adquisición de las armas que portaba Mohamed. Sin embargo, fuentes policiales revelaron que Abdelkader negó haber colaborado con su hermano, y no se han encontrado pruebas que comprueben que esté implicado en la matanza.