Pilotos que tuvieron una emergencia previa que no reportaban, falta de planificación del vuelo de la institución, ausencia de comunicaciones directas y de medidas de seguridad básicas para pasajeros y tripulantes.

Estas y otras faltas reveló la investigación sumaria realizada por la Fuerza Aérea de Chile (Fach) sobre el accidente aéreo en Juan Fernández, donde fallecieron 21 personas.

Las anomalías detectadas por la institución terminaron con el llamado a retiro de dos generales y un comandante y con drásticas sanciones a otros nueve oficiales.

1 Piloto informó de problema anterior, pero no se tomó en cuenta.

La piloto de la aeronave Carolina Fernández reportó a su superior que en un vuelo anterior a la isla tuvo problemas para encontrar la pista de aterrizaje, debido a la presencia de nubosidad baja. Ese dato no fue anotado como observación para elaborar un informe de riesgo, el que tiene como objetivo detectar potenciales peligros futuros.

2 No había procedimiento para volar a la isla

Los oficiales declararon que no existe un procedimiento para volar al archipiélago y que los conocimientos sobre el tema "se han transmitido en forma verbal y de acuerdo a la experiencia". Se añade que existía "poco conocimiento" general de factores que afectan los vuelos a la isla, como es el caso del punto de no retorno y de variables que influyen en éste, como la meteorología y la pista.

3 Falta de planificación del viaje

El informe establece que hubo 20 días para planificar la misión, desde que se dio la orden del viaje hasta que finalmente se efectuó. Se afirma que en ese lapso no hubo preocupación por calcular el peso real de la nave de acuerdo con el número de pasajeros.

4 Plan de vuelo con errores

El teniente Juan Pablo Mallea presentó un plan de vuelo que fue rechazado. Luego presentó otro que contenía "numerosos errores". Ello no fue advertido por el comandante del Grupo N° 8 ni por otros oficiales. No hubo revisión sobre temas clave, como el aeródromo de salida, el punto de no retorno y el uso de estanques sub-alares.

5 Sin comunicación

El informe establece que no hubo comunicación radiofónica entre la comandante de la nave y el Centro de Operaciones Aéreas. A ella no se le proporcionó información sobre las frecuencias de comunicación establecidas. De esa manera se podría haber conocido en detalle la trayectoria que tuvo el avión Casa 212.

6 Poca claridad sobre la autorización y cantidad de pasajeros

El sumario reveló que había normativas contradictorias respecto de la cantidad de pasajeros que podía llevar el avión. Un manual interno consideraba que eran 14 personas (con 3.400 libras de combustible). En 2008, se estableció que podían ser 15 pasajeros para una operación de máxima autonomía. Pese a ello, la solicitud para volar a Juan Fernández era para 16 personas, pero la autorización final fue para que viajaran 17 pasajeros.

7 No se usaron trajes de seguridad

Otro aspecto evaluado por el sumario es la seguridad al interior de la aeronave. Se sostiene que para este tipo de recorridos existe una norma que indica que los tripulantes deben utilizar trajes antiinmersión para vuelos oceánicos, los que no fueron usados.

8 Fallas en la formación

Respecto del teniente y piloto Juan Pablo Mallea, la investigación detectó que el director de la Escuela Táctica de Transporte (de la Fach), no controló la ejecución del programa de instrucción de su curso en 2008. Ello se refleja en problemas, como no asignar los cursos de reentrenamiento correspondiente, no respetarse la progresión de vuelo de los alumnos y no verificar las evaluaciones correspondientes.

9 Ofensas y trato vejatorio a teniente

La indagación interna también arrojó que dos instructores de vuelo del teniente Mallea, los capitanes de bandada Fernando Marín y Guido de Pol demostraron "falta de control" al emitir juicios ofensivos y vejatorios en contra del teniente cuando este era alumno. Según el informe, ello impidió la progresión y retroalimentación positiva que pudo haber entregado el instructor. Para ambos se recomendaron sanciones, pero la falta está prescrita.

Ausencia de normativa para operaciones especiales

La investigación da cuenta de que no había una norma general para la planificación y ejecución de operaciones con punto de no retorno, pese a que en la institución han debido operar bajo esta modalidad en varias ocasiones.

El fiscal Leopoldo Moya, a cargo del sumario, estableció que ninguna de estas faltas provocó la tragedia y determinó que la mantención técnica de la nave estaba al día.