Un devastador tornado de 3,2 kilómetros de ancho, con vientos de hasta 320 km/h, destruyó ayer el suburbio de Moore, cerca de Oklahoma City, que tiene 55.000 habitantes, destrozando al menos dos escuelas y dejando un rastro de escombros a medida que el fenómeno amenazaba a unos 10 estados de Estados Unidos. La cadena CNN, citando a la oficina forense del estado, informó que al menos 91 personas fallecieron (entre ellas, al menos 20 niños, varios de ellos de la escuela Plaza Towers) a raíz del fenómeno.

La portavoz de esa oficina, Amy Elliot, dijo que es probable que la cifra de víctimas aumente. De hecho, siete niños permanecían atrapados bajo los escombros y otros 24 estaban desaparecidos.

"Nunca he visto nada como esto en mis 18 años cubriendo tornados aquí en Oklahoma City. Este es, sin duda, el más horrendo", dijo Lance West, un reportero del canal local KFOR. "Parece que nuestros peores temores ocurrieron hoy (ayer)", comentó Bill Bunting, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU. en Norman, Oklahoma.

El Centro de Predicción de Tormentas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa) señaló, en sus primeras estimaciones, que se trató de un tornado de categoría EF4, la segunda máxima, con vientos de hasta 320 km/h. La Noaa emitió ayer nuevas alertas de tornados en la región, para Arkansas, Kansas, Oklahoma y Missouri.

El tornado afectó a los suburbios de Oklahoma City y arrasó casas en un recorrido de unos 12 kilómetros, entre las poblaciones de Newcastle y Moore. La escuela primaria Plaza Towers, un instituto, un cine y un hospital están entre los edificios más dañados por el tornado.

En la escuela Plaza Towers la tormenta arrancó el techo, derribó paredes y convirtió el jardín de juegos en una masa de plástico y metal retorcidos.

Al menos 75 niños habrían estado en la escuela cuando el tornado golpeó el establecimiento y muchos seguían desaparecidos, aseguró KFOR.

Una profesora relató que cubrió a seis niños en un baño para protegerlos. Más de dos horas después de que el tornado golpeó la escuela, unos 30 menores fueron sacados con vida de entre los escombros por los socorristas.

James Rushing, quien vive frente a la escuela, escuchó las noticias de un tornado aproximándose y corrió al colegio, donde estaba su hijo de cinco años, Aiden. Creyó que estaría más seguro ahí.

"Unos dos minutos después llegué y la escuela comenzó a desarmarse", relató.

En tanto, otro establecimiento educacional, la escuela Briarwood, también fue afectado por el tornado, pero a primera vista no hubo daños significativos, pese a que sufrió el "golpe directo" de la tormenta, según ABC.

La televisión local informó que entre las víctimas mortales estarían una madre y su bebé, quienes se refugiaron en un congelador.

El Presidente de EE.UU., Barack Obama, habló por teléfono con la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, para expresarle su preocupación por lo ocurrido y por todos los afectados.

El mandatario reiteró que su gobierno está listo "para proveer asistencia necesaria" a las víctimas y anoche declaró zona de desastre el área de Oklahoma City devastada por el tornado.

"La ciudad entera luce como un campo de escombros", graficó el alcalde de Moore, Glenn Lewis, en conversación con NBC. "Era como la película Twister. Había caballos y esas cosas volando por todas partes", relató el granjero Lando Hite.

El enorme fenómeno ocurrió en el instante más álgido de la temporada de tornados. El domingo, las tormentas dejaron a dos personas muertas y a otras 39 heridas en Oklahoma. Testigos dijeron que el tornado de ayer podría ser más feroz que el gigantesco que devastó la región el 3 de mayo de 1999, dejando más de 40 muertos.

Pero ese tornado fue calificado como categoría EF5, con vientos de 486 km/h. El evento es considerado como el tercer tornado que ha provocado mayores costos en la historia de EE.UU., con más de US$ 1.000 millones en daños en ese entonces.

Sólo los tornados que golpearon a Joplin (Missouri) y Tuscaloosa (Alabama) en 2011 fueron más costosos. El primero dejó 161 fallecidos.