Un importante desafío para la neurología ha sido establecer si las personas en estado vegetal tienen conciencia de sí mismos y de lo que ocurre en su entorno. Un caso emblemático es el del belga Rom Houben, quien vivió durante 23 con diagnóstico errado: los médicos dijeron que se encontraba en estado vegetal, sin embargo, tenía conciencia de todo lo que ocurría a su alrededor, incluso de los comentarios de sus amigos y familiares sobre su estado.
Un nuevo capítulo en esta materia escribieron investigadores de la Universidad de Cambridge, quienes lograron sostener un breve "diálogo" con una persona diagnosticada en estado vegetal.
El paciente fue sometido a una serie de resonancias magnéticas funcionales, examen que se caracteriza por permitir observar en vivo la actividad cerebral de la persona en estudio. En un primer momento, se le pidió al individuo que imaginara que estaba jugando tenis y que estaba caminando por las calles de una ciudad conocida para él. Así registraron una mayor actividad en el área motora suplementaria relacionada con la imaginación motriz y en la circunvolución del hipotálamo, ligada a la imaginación espacial, respectivamente. Algo que también constataron en personas sanas (ver infografía).
Pero los médicos intentaron ir un paso más allá. Le formularon al paciente en estado vegetal preguntas del tipo "¿Su padre se llama Thomas? Si la respuesta era afirmativa, la persona debía pensar que jugaba tenis y si era negativa, que estaba caminando por las calles de una ciudad.
Mediante cambios voluntarios en su actividad cerebral, el hombre logró responder a las preguntas. "Nos quedamos atónitos cuando vimos que el paciente era capaz de responder correctamente a las preguntas que hicimos simplemente cambiando sus pensamientos", dijo Adrian Owen, coautor del estudio.
¿El fin del misterio?
"Estos resultados muestran que una pequeña porción de los pacientes en estado vegetal o de mínima conciencia tienen actividad cerebral que refleja algún tipo de conciencia y conocimiento", indica el estudio publicado en el New England Journal of Medicine.
Según Marcela Paredes, neuróloga de la Clínica Santa María, "precisamente lo que define un estado neurovegetativo es la ausencia de conexión con el medio, no pudiendo tener conciancia de sí mismo ni de lo que lo rodea".
Sin embargo, el neurólogo Cristián Rodríguez, del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, indica que "si el paciente conserva sus vías auditivas en buen estado, se le pueden dar instrucciones para orientar su pensamiento".
Según los investigadores británicos, el procedimiento que usaron puede ayudar a reclasificar el estado de conciencia en que se encuentran algunos de los pacientes diagnosticados en estado vegetal.
En ciertos casos, el error se produce cuando la lesión afecta sólo al tronco cerebral, encargado de los movimientos, y no a los hemisferios cerebrales donde residen las funciones cognitivas. Esto mantiene a la persona en un estado en apariencia vegetativo, pero consciente.