“Creo que debemos ir progresivamente transitando desde un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), a un ingreso familiar laboral”. Eso fue lo que dijo el ministro del Trabajo, Patricio Melero, este miércoles en Mi Radio, de La Serena.

Lo cierto es que el gobierno ya lo viene evaluando desde hace algún tiempo, porque tienen claro que el foco ahora debe ser el empleo. Desde La Moneda lo plantean así: el IFE universal es un instrumento que fue creado pensando en ciudades confinadas, porque como el Estado le dice a la gente que se quede en sus casas, tiene que suplir esa falta de trabajo con un ingreso.

Pero en la medida en que la pandemia ha ido mejorando y la economía se va abriendo, el ideal para el Ejecutivo es trasladar una parte de esos recursos que se destinaban al IFE universal, hacia un ingreso que aporte el Estado y que esté ligado a contratos de trabajo, directo para quienes encuentren un nuevo empleo, fomentando los trabajos formales.

Esto, también en medio de las voces de alerta que han levantado algunos sectores que han señalado que ha sido más difícil encontrar trabajadores.

Fuentes de La Moneda preliminarmente lo llaman “IFE laboral”, pero reconocen que podría tener otro nombre. El ministro del Trabajo lo explicó así en el norte del país: “Los subsidios que el Estado entrega, van a ir evolucionando hacia un subsidio al trabajador más que un subsidio al empleador, es decir, usted recibe tanto de sueldo, lo vamos a ayudar con un complemento para que su ingreso sea más alto, porque sabemos que hay todavía restricciones, de manera tal de que vayamos vinculando la ayuda del Estado a un contrato de trabajo, en esta evolución del IFE de emergencia, hacia un IFE laboral”.

En todo caso, tienen claro que debe haber una transición, esto significa que podría funcionar un IFE laboral en paralelo al IFE universal, para después ir disminuyendo uno y darle vida al otro, señalan fuentes de La Moneda.

De hecho, el Presidente Sebastián Piñera dijo este jueves que “nuestro gobierno va a seguir fortaleciendo la red de protección social y va a estar ahí durante todo el tiempo que sea necesario. Vamos a seguir apoyando las pymes y, muy importante, impulsar la recuperación de los empleos que es la gran causa que tenemos por delante”.

Extensión del IFE

Desde el gobierno también tienen claro que el IFE universal no se puede acabar de un día para otro, por lo que están trabajando en al menos seis diseños, con distintas opciones, para ver cómo se va a manejar esta extensión y la transición a un IFE laboral.

De hecho, este miércoles se realizó una reunión bilateral entre el Presidente Piñera y ministros para abordar el tema, donde se expusieron las fórmulas, pero no se acordó nada. Lo que tampoco está claro es cuándo se anunciaría esta extensión del IFE universal, pero señalan que sería después del domingo, pues ese día regresa el Presidente de su cuarentena.

Fuentes del gobierno hablan de que existen dos ventanas de tiempo posibles. El ideal, dicen, sería anunciarlo antes del 11 de agosto, es decir el próximo miércoles, día en que se empieza a discutir el cuarto retiro del 10% de las AFP en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados.

Lo anterior, porque desde el Ejecutivo argumentan que de todas maneras anunciarán una extensión que no tiene que ver con este proyecto, pero hacerlo antes de esa fecha podría ayudar a que dicha iniciativa no despegue, pero para ello tienen que alcanzar a terminar de afinar la fórmula que usarán. Esto, considerando que distintas voces políticas han pedido la extensión a cambio de no aprobar el cuarto giro, como por ejemplo, la precandidata de la DC, Yasna Provoste. Desde Chile Vamos también lo han solicitado y, en general, todos los candidatos presidenciales.

Si no alcanzan a afinar la fórmula de aquí al 11 de agosto, la segunda ventana de tiempo posible sería antes de que termine el mes, para impedir que avance mucho el cuarto retiro y así no volver a repetir lo que les ha sucedido en los tres retiros anteriores: que los anuncios de ayudas llegaron cuando ya la reforma constitucional iba en etapas avanzadas de tramitación en el Congreso, por lo que se volvieron imparables.

Si bien en La Moneda comentan que la idea es que el IFE universal siga teniendo la lógica inicial con el que fue creado, es decir, para ciudades en cuarentena, de todas maneras entienden que hay ciertos factores que justifican extenderlo aun cuando no haya restricciones de movimiento.

Por ejemplo, sigue habiendo gente muy afectada económicamente, algunos que se han endeudado para enfrenar la crisis, otros que han perdido patrimonio, etcétera. En eso, afirman, no están ciegos, pero confidencian que el mejor escenario sería no extenderlo hasta diciembre, aunque tampoco lo descartan.

Hay que considerar que actualmente el costo del IFE Universal es del orden de 1 punto del PIB por mes, eso es cerca de US$3.200 millones mensuales, por lo tanto, extenderlo completo hasta diciembre representaría cerca de US$10.000 millones adicionales. Además, agregan que hay que guardar municiones en caso de que más adelante vuelva a haber cuarentenas.

El IFE laboral

En el gobierno están abocados a elaborar cambios a los subsidios al empleo, pasando de unos centrados en la demanda, a otros en la oferta; es decir, directo a los trabajadores. Hoy, el mayor impulso de los aportes que ha implementado el Ejecutivo está concentrado en la demanda, esto quiere decir que son recursos que van al empleador, para que ellos lo destinen ya sea a contratar, o bien a retener trabajadores que hayan estado en la Ley de Protección al Empleo. Ahora en cambio, afirman, se deben examinar los subsidios a la oferta, los que van directamente al trabajador.

En paralelo, la comisión de expertos para el mercado laboral sigue trabajando en su propuesta que debe ser entregada a fines de agosto. Sin embargo, ya hay avances que están en manos de Hacienda. Incluso este viernes reciben el informe preliminar y a las 10 horas, el titular de Teatinos 120, Rodrigo Cerda, dará un punto de prensa en La Moneda.

Quienes conocen el trabajo de esa comisión mencionan que si bien no se propone un IFE laboral propiamente tal o con ese nombre, lo que sí se hace es potenciar el subsidio a la oferta aumentando sus montos y extensión.

El actual subsidio al Nuevo Empleo se entrega directamente a los trabajadores y trabajadoras que tengan un nuevo contrato de trabajo, siempre que su remuneración mensual bruta no exceda los $1.011.000 (tres Ingresos Mínimos Mensuales). El monto es $50.000 mensuales por hasta seis meses para hombres mayores de 24 años y $70.000 mensuales por hasta seis meses para personas que estén dentro de los siguientes grupos: mujeres, jóvenes mayores de 18 años y menores de 24 años, personas en situación de discapacidad debidamente certificada y beneficiarios de pensión de invalidez. Este último instrumento es el que se busca potenciar, elevando sus montos y, eventualmente, extendiendo su plazo.

En ese contexto, lo que estudiaría el Ejecutivo es elevar ese monto y acercarlo a uno similar a lo que se entrega en los subsidios Regresa y Contrata que tiene montos entre $160 mil y $250 mil. Todo esto está en fase de evaluación, por lo que nada está cerrado.

La idea del gobierno es que el trámite de postulación sea el más simple posible para que no haya malos entendidos y que no sea engorroso postular.

A fines de julio los diputados UDI, Jorge Alessandri y Guillermo Ramírez, se reunieron con el ministro del Trabajo para pedirle la creación de un Ingreso Laboral de Emergencia (ILE). En esa oportunidad, Alessandri dijo que “la propuesta nuestra es que el IFE se vaya transformando en un ILE, o sea, las personas que hoy cobran un IFE, puedan seguir cobrando ese monto por más meses, pero que se vaya transformando en un subsidio al empleo, por lo tanto, la persona que encuentra un nuevo empleo formal, que tiene un mes de cotización, va a poder recibir además de su sueldo por un nuevo empleo, este ILE que lo va a acompañar por estos meses de recuperación”.

Alessandri también dijo: “Nos comentó el ministro que hay una comisión de economistas trabajando, que está viendo este tema, tomó los puntos que les propusimos”. Ramírez comentó: “Durante la pandemia, se han perdido 2 millones de empleo, hemos recuperado 1 millón, pero si nos fijamos bien, en los últimos tres meses prácticamente no hay fuerza de trabajo adicional (...) Esa realidad nos preocupa, necesitamos tener incentivos para que se generen más empleos formales, de calidad, en que el trabajador está protegido. Entonces, nuestra propuesta consiste en que una vez que se acabe el IFE, esa plata se tome y se le dé un beneficio a la persona que encuentre un trabajo formal”.