La historia del auge y caída del “clan Farías”, la poderosa familia que lideraba contrabando de oro a Dubái

Oro se consolida como activo de refugio y alcanza nuevo máximo histórico ante incertidumbre por recuperación económica
La familia tenía como objetivo con su empresa disimular legalidad en el negocio ilícito de exportación de oro.

Los integrantes del grupo realizaban distintos roles para ocultar que el metal adquirido no era de origen nacional, como lo declaraban en aduana para luego exportarlo al extranjero. El metal provenía de la Amazonía del Perú, extraído desde una minera ilegal. El padre quedó en prisión preventiva junto a otros dos líderes de la banda.


Isidora Metals es la empresa que lideraba Gonzalo Farías Cabezas y que tenía como objetivo ocultar el negocio ilícito de exportación de oro a la firma Empreresse Bullion LLC, en Dubái, Emiratos Árabes. Por medio de escuchas telefónicas la PDI logró identificar la participación del clan, donde cada uno de los integrantes del llamado “clan Farías” tenía un rol específico en la organización que hoy es objeto de una investigación de la Fiscalía Occidente.

El expediente judicial que tramita el fiscal jefe de Pudahuel, Eduardo Baeza, detalla cada uno de los pasos de seguimiento a este cartel, antes de que este martes se ejecutaran 35 órdenes para detener a todos los miembros de la banda que componían la red creada para cometer diversos delitos entre el 2018 y 2020.

Tras ser formalizados en el Primer Juzgado de Garantía de Santiago durante la tarde de ayer, quedaron en prisión preventiva los tres líderes de la banda; Óscar Herrera Gallegos, Eduardo González Yáñez y Gonzalo Farías Cabezas, cabecilla de este clan familiar. El resto de los detenidos quedó en libertad.

Gonzalo Farías Donoso, hijo menor del líder de la organización, según lo que ha establecido el Ministerio Público hasta hoy, cumplía labores como brazo operativo de la organización criminal, era el encargado de las operaciones comerciales y tributarias y quien estaba en contacto con el gerente comercial de la refinería que compra el oro ilícito, ubicada en el Emirato Árabe de Dubái.

Tanto el padre como el hijo serán formalizados por contrabando, delito tributario, fraude aduanero y lavado de activos. El primero de ellos, según revelan las escuchas telefónicas, era el encargado de realizar las coordinaciones y compras de oro ilícito en diferentes ciudades de Chile, donde tenía a sus reservados proveedores. Además, según la indagatoria, era quien tenía trato directo con las personas que le emitían las facturas ideológicamente falsas para justificar, ocultar y disimular el origen ilícito del metal. Otra de sus funciones era coordinar el pago de comisiones.

En el escrito presentado por Baeza ante el tribunal para lograr las órdenes de aprehensión se afirma que “las purezas de las barras de oro de Isidora Metals superan en su mayor parte el 95%, lo cual no es concordante con la procedencia del material declarado por la empresa, (...) señalando que el origen del oro que exportaba provenía de compra y posterior fundición de joyas en Chile”. Según la investigación y análisis que realizó la policía, el metal era proveniente desde el extranjero, específicamente desde la Amazonía del Perú, extraído desde una minera ilegal, donde la pureza promedio del oro alcanza como mínimo el 95%.

Interceptaciones telefónicas

“Gonzalo dice que todo estará listo hasta junio, que es un gran dolor preguntar por permisos para moverse, que el único que se está moviendo es su papá para conseguir material, que él no tiene permiso para sus trabajadores, que para él es un gran problema pagarle por hacer nada”, se lee en un informe en que se transcribió de una conversación interceptada al hijo menor del clan.

Para realizar las operaciones en medio de la pandemia, Farías Cabezas habría solicitado un permiso por cambio de dirección, por una propiedad que tiene en el norte del país. “Entonces pregunta por permisos para ir al médico en Santiago, que se mueva con ese permiso”, se lee en otro extracto de una escucha telefónica que hace a su comprador en Dubái.

Por su parte, María José, hija mayor del matrimonio Farías-Donoso, era socia desde el año 2019 de la empresa, y tenía a su cargo realizar todos los pagos con dineros de origen ilícito que salen desde la cuenta bancaria de la empresa Isidora Metals SPA, entre ellos cotizaciones, sueldos, arriendos, gastos comunes, pago de facturas, entre otros.

La mujer será imputada por el delito de contrabando. Esto ya que el fiscal Baeza buscará demostrar que realizó diferentes maniobras para el blanqueo de capitales, entre ellas realizar depósitos de dinero obtenido con la empresa, arriendo de propiedades y la creación de la sociedad “Compañía Minera Santa Cruz SPA”. De igual forma, tenía como rol el confeccionar las planillas de fundición bajo instrucciones dadas por su padre, con las cuales se oculta y disimula el origen ilícito del oro, obteniendo barras nuevas, obteniendo una pureza diferente a la original.

La esposa de Gonzalo Farías Cabezas, Marías Soledad Donoso Pastén, según se ha establecido hasta el momento, era quien coordinaba las compras y ventas con proveedores de oro ilícito y otros metales. La imputada, además, al igual que sus hijos, tiene calidad de autora del delito de contrabando. Según la investigación, los hechores habrían comenzado este negocio ilícito en 2015, primer año en que exportaron oro de procedencia ilícita hacia Dubái. También se le atribuye el delito de lavado de activos, ya que a sus cuentas bancarias sólo ingresaba dinero obtenido mediante la empresa Isidora Metals SPA. Además, era la única socia de la empresa “Compañía Minera Santa Cruz SPA”, firma de fachada creada por su hija.

Por último, también está la participación de Marcelo Danilo Núñez Gómez, quien obraba como testaferro, es decir un “palo blanco”, simulando como propia la compra de un vehículo para la organización.

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