Nueva Constitución: partidos retoman negociación y buscan cerrar integración de la comisión ad hoc que arbitrará los bordes del proceso

El oficialismo se juntó en un almuerzo para discutir una propuesta elaborada por el presidente de RD, Juan Ignacio Latorre. Su idea consiste en que la instancia que fiscalizará las bases institucionales sea integrada por personas de los poderes constituidos, como la Corte Suprema, el TC, la Contraloría y el Congreso. Los partidos de gobierno y Chile Vamos pretenden cerrar el tema este viernes, para así partir la próxima semana entrando de lleno en la discusión que sí importa: el mecanismo para redactar la nueva Constitución.


La citación era a las 13.30 en el Congreso en Santiago. El objetivo era tener un almuerzo con los partidos del oficialismo para articular una postura común respecto de las negociaciones por el nuevo acuerdo constitucional. En específico, la idea era llegar a una propuesta única sobre cómo se integrará la comisión ad hoc que arbitrará las bases institucionales, es decir, la instancia especial que fiscalizará que los 12 bordes del proceso constituyente sean respetados por el futuro órgano redactor.

El primero que llegó fue el presidente del Partido Liberal, Patricio Morales. Luego se sumó la timonel del PPD, Natalia Piergentili; la presidenta del PS, Paulina Vodanovic; la senadora PC, Claudia Pascual, y los timones de RD y CS, Juan Ignacio Latorre y Diego Ibáñez, respectivamente.

Fue el senador Latorre quien llegó al almuerzo con una propuesta. El líder de RD trabajó junto a sus asesores una idea preliminar sobre qué forma darle a la comisión especial que ejercerá la función de árbitro. Conocedores del documento que el parlamentario envió minutos antes del encuentro dicen que el diseño consiste en que la comisión ad hoc sea integrada por personas que son parte de los “poderes constituidos”, para así darle una “mirada de Estado” a esta comisión.

En esa línea, la comisión tendría que ser de un número impar, a menos que las fuerzas políticas decidan, por ejemplo, que todas las resoluciones de esta instancia deban tomarse por unanimidad. En el caso contrario, el número impar evitaría tener que dirimir algún empate. Pese a que la propuesta no llevaba ningún número cerrado sobre la cantidad de integrantes, se conversó que podía ser entre nueve y 13 personas.

Los cupos de la comisión se repartirían entre organismos del poder constituido. Algunos serían ministros de la Corte Suprema, del Tribunal Constitucional, del Congreso, de la Contraloría, y otros podrían ser expertos o académicos. Estos últimos podían incluso ser algunos de los especialistas que formarán parte del consejo de expertos que acompañará al futuro órgano redactor.

Pese a que la idea tuvo, de manera preliminar, una buena recepción por parte del resto de los partidos de Socialismo Democrático, el almuerzo terminó sin cerrar una propuesta definitiva que llevar a la reunión que se hará este viernes, a las 10.00, junto con la oposición.

Latorre compartió el documento con el resto del oficialismo y además se los mandó a los senadores de la DC Francisco Huenchumilla y Yasna Provoste. Durante la tarde la idea era que los partidos pudieran hacer sus comentarios y compartieran sugerencias para articular una idea que representara a todo el sector. Pese a que ese era el objetivo de Apruebo Dignidad, al cierre de esta edición el oficialismo no había llegado a un consenso y todo apuntaba a que se sentarían en la mesa negociadora de este viernes sin algo concreto.

“Seguimos intentando y haciendo todos los esfuerzos para tener una propuesta del oficialismo y la DC, no hemos dejado de perseverar. El acuerdo al que llegamos la semana pasada, que el árbitro no sea ni la Corte Suprema ni el Congreso ni el TC, implica que tengamos que ponernos creativos y conformar un tribunal ad hoc”, afirmó Latorre a la salida del almuerzo en el Congreso de Santiago.

La propuesta de Chile Vamos

En paralelo, Chile Vamos también trabajaba un documento sobre este mismo tema. El encargado de escribirlo era el secretario general de RN, Diego Schalper. El diputado estuvo tanteando junto al resto de los partidos del bloque las líneas gruesas sobre cómo diseñar esta comisión ad hoc. Luego, durante la noche de este jueves, Schalper pretendía cerrar dicha propuesta junto a sus asesores para llegar con algo listo para compartir con el oficialismo en la reunión de este viernes.

En Chile Vamos no convence la idea de que los integrantes sean de otros poderes constituidos, porque podrían mezclar los intereses de sus instituciones con el proceso de redacción de la nueva Constitución. Otra idea que ha surgido, impulsada por Amarillos, es que el órgano replique una composición parecida a la del Tribunal Calificador de Elecciones. Este organismo tiene ministros de la Suprema y un expresidente o vicepresidente del Senado o la Cámara.

La semana número nueve de las negociaciones por la nueva Constitución está a punto de terminar sin novedades. Por lo mismo, este viernes tanto el oficialismo como la oposición se sentarán a la mesa con las ganas de zanjar la forma que tendrá la comisión que arbitrará los bordes del proceso.

Eso implica que durante la reunión todas las fuerzas del bloque puedan despejar el número de integrantes, quiénes serán, quién los designará, qué atribuciones tendrán y en qué momento de la discusión constitucional podrá actuar. En el oficialismo dan por hecho que la comisión se activará cuando una norma ya esté aprobada, pero en la oposición evalúan que pueda tener facultades para actuar antes de ese momento.

Tanto en Chile Vamos como en Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático hay interés por destrabar este punto para así, durante la próxima semana, meterse de lleno en la discusión por el mecanismo. De hecho, todos los partidos reconocen que esta discusión es un preámbulo y que en realidad la verdadera batalla está en negociar el sistema electoral para elegir a los integrantes del futuro órgano redactor.

Todos saben que ese es el único camino para que el proceso avance, ya que la idea es que el acuerdo se firme antes de que termine noviembre. De lo contrario, la posibilidad de tramitar una reforma constitucional que posibilite un segundo proceso pierde fuerza y crecería la amenaza de que el acuerdo se disuelva.

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