Reactivación cultural: museos y bibliotecas buscan dejar atrás la pandemia y cerca del 90% abrió sus puertas

Museo de Bellas Artes. Foto: Andres Perez28 Diciembre 2021 Entrevista a Fernando Perez, Director del Museo de Bellas Artes enla recien remodelada sala Matta. Foto: Andres Perez

En pleno desarrollo del Covid-19, los establecimientos culturales tuvieron que cerrar sus puertas y buscar nuevas formas de conectar con su público, pero ahora el flujo de visitantes ya se acerca a la normalidad.


Debido a la pandemia y sus cuarentenas, los museos, bibliotecas y centros culturales tuvieron que cerrar sus puertas al público durante muchos meses. De hecho, el público no tuvo acceso a estos establecimientos durante gran parte de 2020 y 2021. “El sector cultural ha sido uno de los más afectados por la pandemia”, recalca la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Julieta Brodsky.

De acuerdo a la Subdirección Nacional de Museos, Chile cuenta con alrededor de 357 recintos inscritos (27 públicos) en el Registro de Museos de Chile y estos se distribuyen de manera desigual en el territorio, concentrándose en ciertas regiones y comunas. Las regiones Metropolitana (24%), Valparaíso (13%), Los Lagos (9%) y Biobío (8%) reúnen la mayoría de los museos del país. Por su parte, las regiones con menos museos son la Región de Arica y Parinacota (1%) y Tarapacá (2%).

Y según el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas, de las 454 que existen en Chile, hay siete que tienen el rango de Biblioteca Pública Regional (Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Santiago, Los Lagos, Aysén). Estas bibliotecas dependen exclusivamente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, poseen un alto estándar y se constituyen como potentes centros culturales en sus respectivas regiones.

Dicho lo anterior y de acuerdo a los datos del ministerio, desde hace unos meses que los recintos culturales públicos están volviendo a la normalidad y su reapertura está casi completa: 26 de 27 museos están abiertos (96%), mientras que hay 396 bibliotecas disponibles, lo que corresponde al 87%. Y, además, el flujo de visitantes también va en franco ascenso, alcanzando casi el nivel que tenían antes de la pandemia.

“Aunque hemos estado abiertos desde hace algún tiempo, el público ha ido aumentando de forma progresiva, pero nunca hemos llegado a tener el aforo completo. Sin embargo, el museo va bien, con un buen flujo de visitantes. Este año volvimos a recibir visitas de los colegios, que desde 2020 no teníamos”, relata el jefe científico del Museo Nacional de Historia Natural, Cristián Becker.

El optimismo no decae. Alan Trampe Torrejón, subdirector nacional de Museos, sostiene que “las personas han vuelto a los museos de forma presencial, de forma paulatina y con un aumento progresivo. Para el año 2021 los espacios que integran el Registro de Museos de Chile reportaron un total de 2.561.681 visitantes presenciales. Y en ese aumento progresivo de las visitas han sido importantes actividades como el Día de los Patrimonios y Museos de Verano, que han permitido visibilizar masivamente las reaperturas físicas e invitar a la ciudadanía a visitar estos espacios culturales”.

Abran paso a lo híbrido

Las bibliotecas también están completando su reapertura de forma gradual, pues durante el primer período de la pandemia estuvieron cerradas físicamente según las cuarentenas establecidas y el plan sanitario nacional. Así, con el aumento de los servicios disponibles, las visitas también han crecido.

Paula Larraín, subdirectora del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas, dependiente del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, da cuenta que “la pandemia nos impulsó a realizar un proceso de reinvención, estableciendo estrategias híbridas que se han mantenido en el tiempo (...) A medida que se han ido flexibilizando las aperturas, tanto de las bibliotecas como de los demás espacios culturales, las visitas han ido sostenidamente en aumento”.

En ese contexto, la titular de la cartera cultural, Julieta Brodsky, afirma que “hemos abordado este tema con la premura que requiere. Trabajamos de manera coordinada junto al Ministerio de Salud para cambiar las condiciones en las que pueden funcionar los espacios de uso cultural y eventos masivos, y así fue como logramos que en la fase de bajo impacto sanitario (fase verde) los aforos lleguen al 100%”.

Mantener la conexión

Con las cuarentenas e imposibilidad de salir de la casa, los museos recurrieron a las actividades virtuales. Según el estudio “Museos en cuarentena: prácticas de conexión con los públicos”, hubo un aumento de acciones digitales. La investigación consigna que el 91% de los establecimientos siguió manteniendo su rol a través de las redes sociales. En esa misma línea, solo un 6% de los museos señaló no tener ninguna plataforma digital.

Trampe destaca que la modalidad virtual fue fundamental, y que hoy varias de estas medidas continúan: “Si bien los museos estuvieron cerrados físicamente, nunca dejaron de estar conectados con sus comunidades, lo que permitió generar una continuidad en la comunicación; es decir, los museos nunca dejaron de estar presentes, por lo que el reencuentro presencial ha sido muy esperado (...) Con la reapertura de estos espacios culturales se retomaron las actividades presenciales, pero también comprendiendo que no se podía perder el vínculo que habían construido en la virtualidad. Así, los museos están asumiendo el desafío de generar una programación híbrida”.

Por ejemplo, el Museo Nacional de Historia Natural recurrió a las redes sociales para mantener activa la conexión con los usuarios, a través de publicaciones y videos. De hecho, durante el aislamiento los funcionarios se dedicaron a crear el material.

“Si antes se hacían cinco contenidos, en pandemia eso se duplicó. Todos nos dedicamos a eso, pero todo se hizo de forma casera, porque no estábamos preparados para estar 100% online y generar contenido de calidad, pero con buena voluntad se hicieron videos, visitas virtuales y guías explicativas. Hubo compromiso de parte de los funcionarios de generar nuevo contenido e incrementar lo que ya teníamos”, cuenta Becker.

La Biblioteca Municipal de Quinta Normal estuvo cerrada hasta finales del año pasado, y recién ahora en mayo están con el horario que tenían previo a la pandemia (lunes a sábado). Ahora, las visitas están regresando, pero la crisis sanitaria les generó un desafío.

“Los centros culturales tuvieron que reinventarse y generar distintas acciones, muchas veces a través de las redes sociales. Las bibliotecas, en general, tuvieron una baja de usuarios, porque la gente no estaba accediendo a las colecciones. Además, por el protocolo sanitario no muchas personas se animaban a hacer los procesos de entrega de libros”, sostiene Bárbara Aliaga, encargada cultural de Quinta Normal.

Vacaciones de invierno

Y aprovechando esta reapertura y el inicio de la vacaciones de invierno (30 de junio), varios de los museos tendrán acceso gratuito a sus dependencias, como una forma de acercar a las familias a la actividad cultural.

A lo largo del país, los museos a los que se podrá ingresar gratuitamente son: de Antofagasta (Antofagasta), Regional de Atacama (Copiapó), Arqueológico de La Serena (La Serena), Histórico Gabriel González Videla (La Serena), Gabriela Mistral de Vicuña (Vicuña), Limarí (Ovalle), Antropológico P. Sebastián Englert (Isla de Pascua), Historia Natural de Valparaíso (Valparaíso), Nacional de Historia Natural (Santiago), de la Memoria y los Derechos Humanos (Santiago), Histórico Nacional (Santiago), Artes Decorativas (Santiago), Histórico Dominico (Santiago), de la Educación Gabriela Mistral (Santiago), Benjamín Vicuña Mackenna (Santiago), Regional de Rancagua (Rancagua), Arte y Artesanía de Linares (Linares), Histórico de Yerbas Buenas (Yerbas Buenas), Historia Natural de Concepción (Concepción), Mapuche de Cañete (Cañete), Regional de La Araucanía (Temuco), Sitio Castillo de Niebla (Valdivia), Regional de Ancud (Chiloé), Regional de Magallanes (Punta Arenas) y Antropológico Martín Gusinde (Puerto Williams).

Por otra parte, el Museo Interactivo Mirador (MIM) abrió hace poco y se une a los panoramas presenciales. Para asistir al recinto ubicado en La Granja hay que inscribirse con una semana de antelación a través de su plataforma web. Lo mismo sucede con el Artequin, que busca acercar a la familia a las distintas actividades ligadas al arte.

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