Referéndum en Australia: el histórico paso para incluir a los “pueblos aborígenes” en su Constitución

El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, en conferencia de prensa en Canberra. Foto: Reuters

El primer ministro Anthony Albanese, del Partido Laborista, dio a conocer este jueves la pregunta que se realizará en la consulta nacional, prevista para fines de este año.


En un paso histórico para los pueblos aborígenes de Australia, este jueves el primer ministro Anthony Albanese reveló la pregunta que se hará a fin de año en un referéndum para incluir tanto a las “Primeras Naciones” como a los Isleños del Estrecho de Torres en la Constitución del país oceánico. Tales pueblos representan un 3% de toda la población australiana, y durante toda la historia del país sufrieron abusos, incluido el robo de bebés y el no reconocimiento como ciudadanos.

El cambio que propone Albanese, luego de distintas discusiones con representantes de los pueblos aborígenes australianos, sería el de crear un organismo llamado “La Voz de los Aborígenes e Isleños del Estrecho de Torres”, y que tenga facultades de asesoría y representación en el Parlamento.

El primer ministro Anthony Albanese, rodeado por el grupo de trabajo del Referéndum por las Primeras Naciones. Foto: AP

Este jueves se anunció definitivamente la pregunta que habrá en la papeleta del referéndum: “Una ley propuesta para alterar la Constitución y reconocer a las Primeras Naciones estableciendo La Voz de los Aborígenes e Isleños del Estrecho de Torres. ¿Apruebas esta modificación?”. De ganar el sí, se establecería un nuevo organismo -que aún está en discusión- para representar a los pueblos indígenas del país.

Un cambio como este sería el primero en casi 50 años. La Constitución australiana, en vigencia desde 1901, no menciona en ningún momento a lo que se conoce hoy como “Primeras Naciones”. De momento, se sabe que el cambio propuesto por Albanese incluiría un órgano, integrado por 20 personas, que asesore al Parlamento en asuntos que mejoren las condiciones de vida de esta minoría.

“Hemos tomado mucho tiempo en hacer esto, y aún así, han mostrado tanta paciencia y optimismo a través del proceso. Ese espíritu de cooperación y diálogo respetuoso ha sido muy importante para llegar hasta este punto, de una manera tan unida”, aseguró el primer ministro australiano, respaldado por los líderes de las comunidades aborígenes en una conferencia de prensa.

Aborígenes australianos vistiendo trajes tradicionales realizan una ceremonia a la salida del Palacio de Gobierno en Sydney, en 2017. Foto: Reuters

La idea de una “Voz” en el Parlamento apareció luego de un proceso de consultas con cientos de distintos grupos indígenas, que ya habían mostrado sus voluntades de tener un lugar en la Constitución y Estado australiano a través de la “Uluru Statement of the Heart” (la Declaración de Uluru desde el Corazón). Tal petición, que data de 2017, fue firmada por 250 delegados de cerca de 100 distintas “Primeras Naciones”.

La historia de los referéndums en Australia, sin embargo, no es auspiciosa para la iniciativa, ya que solo ocho de los 44 que se han efectuado en el país han resultado victoriosos. Para que tenga éxito, la mayoría de los australianos debe votar sí. También debe haber un apoyo mayoritario en al menos cuatro de los seis estados de Australia, apunta BBC.

Las encuestas han mostrado que alrededor de las tres cuartas partes de los australianos apoyan una “Voz” consagrada constitucionalmente. La propuesta incluso ha ganado el apoyo de la leyenda del básquetbol estadounidense Shaquille O’Neal, quien aparecerá en el material promocional, agrega la cadena británica.

El principal partido de la oposición, el Partido Liberal, aún no anuncia si votará a favor o en contra en el plebiscito. Su líder, Peter Dutton, indicó que quiere ver más los detalles de funcionamiento de la “Voz” antes de apoyar o no esto. El Partido Nacional, uno de los más tradicionales en Australia, ya declaró que no apoyará la iniciativa, alegando que se trata de “otra capa de papeleo burocrático”.

Marcia Langton, del grupo de trabajo por el Referéndum de las Primeras Naciones, habla a los medios desde el Parlamento en Canberra. Foto: Reuters

Según el gobierno, esta sería una de las mejores oportunidades que tiene Australia para corregir y reparar los errores cometidos en el pasado, sobre todo después de una colonización en la que se tomó muy poco en cuenta el bienestar de los pueblos originarios. Hasta el día de hoy, más de 200 años después, tanto los aborígenes como los isleños del Estrecho de Torres siguen teniendo una mayor mortalidad y una peor salud y situación económica que los australianos no indígenas, según muestran las estadísticas gubernamentales.

Uno de los primeros avances de los pueblos indígenas en Australia fue el referéndum de 1967, en el que un 99,7% de los australianos votó a favor de modificar la Constitución, para que los indígenas del país fueran contados como parte de la población, lo que permitía que el Estado (Commonwealth) legislara para ellos.

Sin embargo, esto no les dio automáticamente el derecho a voto a los indígenas, y recién en 1984 las primeras naciones lograron tener todos los derechos políticos a nivel federal. Por eso mismo, la declaración de Uluru terminaba con esta frase: “En 1967 fuimos contados, y en 2017 esperamos ser escuchados”.

Los defensores de “Voz” lo comparan con los parlamentos de las Primeras Naciones en Noruega, Suecia y Finlandia para el pueblo Sami. No son parlamentos en el sentido tradicional, son en su mayoría órganos consultivos que no tienen una función legislativa formal, destaca la BBC.

En Finlandia, por ejemplo, el gobierno negocia con el Parlamento Sami sobre asuntos específicos, como la gestión de la tierra y los cambios legislativos o administrativos que afectan a la cultura Sami. Sin embargo, las leyes finlandesas no impiden que las autoridades gubernamentales sigan adelante sin negociaciones.

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