En la casa de Jacqueline Beroiza (47) sus hijos Javiera (20), Benjamín (15) y Dominica (12) deben turnarse para conectarse a internet. Viven en la comuna de La Pintana, a solo 16 kilómetros del centro de Santiago, pero pese al enorme desarrollo digital de la Región Metropolitana (concentra el 50% de las conexiones fijas del país, según datos de la Subtel), en su hogar la conexión solo es posible a través de los datos móviles que ella comparte de su celular.

Javiera es seleccionada nacional de atletismo, Benjamín cursa tercero medio y es seleccionado junior de tenis de mesa, mientras que Dominica asiste a una escuela diferencial. Desde que se inició la pandemia todos requirieron de internet para conectarse a sus clases, sin embargo, no siempre lo consiguieron.

“Tuvimos internet fijo, pero se caía siempre por el robo de cables o vaya a saber uno por qué. A veces pasaban días sin que volviera, así que tuvimos que renunciar a él. Mis hijos a veces perdían clases o yo no podía entrar a mis talleres. Fue realmente frustrante enfrentar así la pandemia”, recuerda la dueña de casa.

Viven en la Villa Diego de Almagro, un sector considerado “zona roja” por los problemas de delincuencia, pero además por ser uno de los lugares de la capital con menor acceso a banda ancha de calidad, según el Diagnóstico de Telecomunicaciones que realizó el gobierno regional el último semestre del año pasado, que estableció la segregación que viven millones de santiaguinos frente a este servicio.

El estudio, que midió la calidad y cobertura de conectividad digital y el desarrollo de infraestructura para esta, determinó que, pese a la gran penetración del internet en casi todos los hogares, la calidad de conexión varía dependiendo de la comuna e, incluso, el barrio en el que se viva. El diagnóstico fue realizado por Georesearch, una plataforma de estudios digitales que midió en base a algoritmos el tráfico de datos en cada lugar de Santiago.

Por eso, pese a concentrar la mitad de conexiones fijas del país, esta se concentra apenas en 10 comunas de Santiago. Vitacura y Las Condes, por ejemplo, tienen una penetración de 95% y 95,8%, respectivamente, mientras que La Pintana, Cerro Navia, Lo Espejo, San Ramón, La Granja, Lo Prado, El Bosque, San Joaquín y San José de Maipo, en su área rural solo llegan al 31% (ver tabla).

Comunas con mayor necesidad de conexión a internet

Comunas% Necesidad de conexión
1La Pintana72%
2Cerro Navia71%
3Lo Espejo70%
4San Ramón69%
5La Granja67%

Visto de otra forma, el 78% de los hogares del quintil de mayor ingreso cuentan con acceso a internet fijo de alta velocidad, mientras que en el quintil de menos ingresos el porcentaje solo alcanza al 32%. Es decir, la brecha social se profundizó con la digitalización.

“Esto viene a demostrar lo que ya sabemos sobre las diferencias que existen en el plano social en la región”, dice el gobernador de Santiago, Claudio Orrego (DC).

Comunas con menor necesidad de conexión

Comunas% Necesidad de conexión
1Las Condes22%
2Providencia29%
3Vitacura30%
4Santiago30%
5Ñuñoa46%

Por eso, desde el año pasado se está trabajando con las distintas compañías de telecomunicaciones que operan en la capital para ampliar la entrega de acceso a banda ancha. “Ellos me dicen que el problema no es de plata, sino de gestión. Faltan permisos, apoyos logísticos, lo que muchas veces impide poder implementar el internet en ciertas comunas”, comenta el exintendente de Santiago.

Una de las compañías que han establecido más conexiones en estas comunas es Mundo. “Muchas empresas no quieren entrar, porque creen que los usuarios no les pagarán las cuentas, pero hemos demostrado en terreno que no es así”, dice Harry Cea, gerente de clientes de la compañía.

Aunque el robo de cables aparece como un problema recurrente, la solución que están implementando es la de educar a los vecinos. “Nos reunimos con las juntas de vecinos y les explicamos que los cables fibra óptica son solo plástico, por lo que no se les puede dar otro uso. Además, tratamos de entregarles internet gratis a juntas de vecinos o escuelas, para que ahí también exista una buena conexión al servicio”, profundiza.

Los alcaldes aplauden la iniciativa. “Tras la pandemia, el internet pasó a ser prácticamente un derecho humano. Es inconcebible que en pleno 2022 haya familias sin acceso a banda ancha porque las compañías, simplemente, no llegan hasta su hogar”, dice el jefe comunal de Lo Prado, Maximiliano Ríos (PPD), una de las comunas más afectadas por el problema.