Sorpresiva disidencia en el Frente Amplio a la solicitud de Boric: solo la mitad de sus diputados aprobó estado de excepción

El diputado Gonzalo Winter, los ministros Giorgio Jackson, Maya Fernández e Izkia Siches, durante la sesión de la Cámara de Diputados, que analizó la solicitud del Presidente de la República, para extender el Estado de Excepción en la Macrozona Sur. FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO

A pesar de que la presión pública estaba puesta en el comité PC-Frevs-independientes, que siempre ha tenido reparos al uso de militares para seguridad interna, la principal decepción para el Ejecutivo fue el desempeño de los legisladores que son parte de la cuna política de la que emergió el Presidente. En su trámite en el Senado -que concluía al cierre de esta edición-, las principales críticas vinieron también de las filas oficialistas, particularmente del PS.


El resultado no fue sorpresivo, al menos para los integrantes de la bancada del Frente Amplio. La sorpresa se había dado el día anterior. En una reunión realizada el lunes en la tarde en la Cámara Baja, gran parte de los diputados de la bancada frenteamplista sinceraron sus reparos a la solicitud que había enviado el Presidente Gabriel Boric de prorrogar el Estado de Excepción Constitucional de Emergencia en cuatro provincias de La Araucanía y el Biobío.

En ese encuentro, quedó de manifiesto el masivo desmarque del frenteamplismo ante la votación que se registraría el martes.

Al final, en los hechos, solo 10 de los 20 integrantes de la bancada del Frente Amplio acompañaron la solicitud presidencial. En términos proporcionales, solo un 50% del comité frenteamplista apoyó el estado de excepción.

Si bien en la otra mitad de la bancada frenteamplista solo hubo un voto en contra (la independiente Clara Sagardía), se registraron cuatro abstenciones (Jorge Brito, Mercedes Bulnes, Claudia Mix, Andrés Giordano y Claudia Riquelme).

Además, hubo cuatro ausencias: una por un viaje oficial a Colombia (Erika Ñanco, diputada mapuche, que representa precisamente a La Araucanía), una por enfermedad (Maite Orsini), una no justificada hasta ahora (Lorena Fries) y una por una licencia de posnatal (Camila Rojas). Incluso si no se contabilizaran los casos de la diputada Rojas -quien acaba de ser madre- y de Orsini -quien desde la semana pasada venía con problemas de salud-, el orden de filas que evidenció del Frente Amplio igualmente fue el más bajo dentro del oficialismo (con 55% de disciplina).

A pesar de que la presión pública estaba puesta en el comité PC-Frevs-independientes, que desde el punto de vista histórico y cultural siempre ha tenido reparos al uso de militares para seguridad interna, la principal decepción para el Ejecutivo fue el desempeño de los diputados que son parte la cuna política de la que emergió el Presidente Boric.

Consultado por si hubo reproches tras la votación, el jefe de bancada del Frente Amplio, Gonzalo Winter (militante de Convergencia Social y uno de los que votó a favor de la prórroga), dijo que solo hubo “una conversación” y agregó que era la “primera vez” que se daba esta situación, ya que en las ocasiones anteriores el comité que dirige había apoyado mayoritariamente los estados de excepción solicitados por el Presidente Boric. “Algunos se abstuvieron porque tienen una diferencia táctica respecto de si esta es la forma de avanzar hacia la solución de los problemas en La Araucanía”, afirmó.

Pese a ello, Winter agregó que los parlamentarios frenteamplistas, que tienen una visión disidente, “están trabajando codo a codo con el gobierno para llevar adelante” las medidas sociales en favor de la zona. “Por eso, ningún diputado (del Frente Amplio) hizo críticas a este estado de excepción”.

De hecho, el silencio de los disidentes quedó claro en la sala de la Cámara, ya que solo intervinieron en el debate de este martes Jaime Sáez, Patricio Rosas y Emilia Schneider, quienes votaron a favor de la prórroga.

A modo de comparación, en la bancada del PC-Frevs-independientes, 11 de sus 18 integrantes aprobaron la solicitud presidencial, lo que equivale a un 61%. Dentro de los que no votaron a favor, hubo dos votos en contra (Lorena Pizarro y María Candelaria Acevedo, ambas víctimas de violaciones a los derechos humanos en dictadura), dos abstenciones (Ana María Gazmuri y Tomás Hirsch) y tres ausencias (una de Boris Barrera, quien estaba de viaje; otra por enfermedad de Carmen Hertz, y otra inasistencia aún no justificada de Matías Ramírez).

En el PS, de sus trece diputados, solo Emilia Nuyado votó en contra. El resto estuvo a favor (92% de disciplina).

En el caso del comité independiente-PPD (considerada la bancada más díscola, al tener solo tres militantes en su orgánica) seis de sus nueve miembros aprobaron (66%).

En la bancada compuesta por radicales y liberales, en tanto, sus ocho diputados (100%) acompañaron la prórroga del estado de excepción.

En tanto, al cierre de esta edición se daba un duro debate en el Senado al respecto, donde destacaron las ásperas intervenciones de legisladores oficialistas del PS previo a la votación. “Acá ha habido ministros, y acá hubo uno que salió de la sala recién, que han estado más preocupados de la destrucción de las instituciones democráticas que de preparar verdaderamente una agenda de seguridad para el país”, dijo en su intervención el socialista Fidel Espinoza.

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