Universidad de Valparaíso levanta primera rectoría y directorio académico con paridad de género del país

04 DE MARZO DEL 2021 UNIVERSIDAD DE VALPARAISO. FOTO: DEDVI MISSENE

La casa de estudios de la V Región hoy tiene la rectoría con la mayor participación femenina en el país para este 2021. Además, de los 39 cargos generales ofrecidos entre sus ocho departamentos administrativos, más de la mitad de estos son ocupados por mujeres.


La campaña del recién asumido rector de la Universidad de Valparaíso, Osvaldo Corrales, estuvo acompañada de un fuerte relato sobre la igualdad de género. ¿La razón? Un diagnóstico de la primera Unidad de Igualdad y Diversidad de la casa de estudios, donde el capítulo destacado fue la distribución del poder. Esto sumado al primer protocolo en contra de acoso sexual y sexista elaborado allí.

Y la elección de Corrales en los últimos días ya ha dado muestras de la política paritaria que aplicará la casa de estudios, con la formación del primer gabinete con la mayoría de cargos asignados a mujeres. Así, las decisiones ahora dependen de ellas, un hito no solo a nivel universitario, sino que también a nivel nacional.

Dentro de los cinco -de siete- cargos claves de la rectoría se encuentran la ministra de fe, la vicerrectoría de investigación e innovación y la fiscal general.

Con la llegada de estas expertas con destacada trayectoria académica a la rectoría -tras los nombramientos que realizó Corrales- la universidad busca romper el formato tradicional de la primera línea universitaria, ya que según las cifras de 2020 del Servicio de Información de Educación Superior (SIES) del Ministerio de Educación, la participación de las mujeres dentro del personal académico de la educación superior alcanzó al 44,5%.

Osvaldo Corrales explicó que “las académicas que se incorporaron en el gobierno universitario no sólo son muy destacadas en sus disciplinas, sino que habían mostrado liderazgo y capacidad de trabajar en equipo, lo que es clave en la gestión. Eso estaba ahí y solo había que decidir reconocerlo y aprovecharlo en beneficio de la universidad”.

Mayor presencia en la administración

Para la nueva secretaria general de la U. de Valparaíso, Daniela Marzi, quien deberá administrar la política interna del establecimiento, la paridad dentro del gobierno universitario “es crucial, porque son las instituciones las que se muestran más resistentes, y la paridad es el principal motor para los cambios, ya que en la toma de decisión y gestión las mujeres pueden intervenir”.

Eso no es todo: de los 30 cargos generales dispuestos entre los ocho departamentos administrativos, 15 de ellos también fueron destinados a mujeres. Este hecho también se escapa de la norma, ya que según el estudio que elaboró la consultora en educación Grupo Educativo, “si se analizan los altos cargos en las universidades públicas chilenas, sólo tres de cada 10 líderes son mujeres, esto considerando puestos directivos, equipos de rectorados, juntas directivas, decanaturas, vicedecanaturas y secretarías de facultad”.

Además, un cargo que tradicionalmente ha estado ocupado por hombres, el de fiscal general, también tendrá a una encargada. La responsabilidad de este puesto consta en “hacer cumplir la función de asesor jurídico integral para la toma de decisiones que ocurre en el interior de la universidad de Valparaíso, eso conlleva a diversas actividades donde se revisan contratos o decretos y la resolución de sumarios administrativos”, explica la profesora titular, y doctora en Derecho Nicole Selamé.

Desde el departamento de Investigación e Innovación y Transferencia Tecnológica, su encargada, Soledad Torres, expresa que espera “apoyar desde mi vereda y que mi trayectoria sea un aporte significativo para generar nuevas capacidades y contribuir al avance de la universidad, sobre todo con desafíos tan importantes como lo es la próxima acreditación”.

El hito impulsado por la universidad ocurre dos años después de la irrupción del colectivo feminista “LasTesis”, del mismo establecimiento, que fue sede de los ensayos de la coreografía que debutó en noviembre de 2019, durante el estallido social, y que replicada en diferentes lugares del globo . Ello contribuyó a instalar demandas como la brecha salarial y la distribución paritaria de escaños en los altos cargos directivos, por ejemplo, dentro de las administraciones universitarias.

De hecho, según datos de la Encuesta de Equidad de Género en Educación Superior (2020), serían 50 las universidades lideradas por un rector, mientras que solo cinco son dirigidas por una rectora.

Desde el análisis político, la experta Javiera Arce, señala que “esta medida de representación descriptiva paritaria es superinteresante, ya que en el 2018 el movimiento fue incapaz de hacer una demanda sustantiva al Estado, pero sí remeció el ambiente universitario, a tal punto, que se provocaron verdaderas crisis al interior de los claustros de las administraciones, por lo tanto se empieza a generar una especie de desafío institucional sobre igualdad de género, el otro desafío es superar la política identitaria sobre el abuso y la violencia”, recalca.

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