Argentina no tienen paz

Lionel Scaloni
Foto: AP.

Todo está roto en la albiceleste. Ni siquiera una clasificación a cuartos de final parece suficiente para mejorar el ánimo del equipo.



Solo se sostiene la esperanza celeste y blanca de Argentina en esta Copa América por su historia y por su genio. Cómo será de negativa la actualidad que no le permite realizar proyecciones positivas de clasificación a cuartos de final ni siquiera cuando se le viene como choque decisivo un rival como Qatar. La única razón para creer es Lionel Messi, quien encima tampoco brilló. Todo está roto en esta albiceleste que a pura improvisación se lanzó a una renovación de fondo.

No tiene paz Argentina. El último bombazo lo lanzó César Luis Menotti, el prestigioso Director de Selecciones Nacionales que no viajó a la Copa América por razones de salud (problemas respiratorios y fuerte gripe). Tiene 80 años y le recomendaron quedarse. Pero disparó contra todos desde Buenos Aires. ¿Cómo? Primero, en el diario Sport de España, en una de sus habituales columnas. Después, en dos entrevistas. De su enfermedad, ni asomo.

Todos esperaban que Menotti hablara hacia dentro. Que se mantuviera online con Lionel Scaloni, ese entrenador inexperto que recién sumó el segundo partido oficial como DT en su carrera; que conversara por teléfono con el otro Lionel, con Messi; que marcara el número de Claudio Tapia, el titular de la AFA. Pero el Flaco habló hacia afuera. Y se distanció de la selección diciendo que su tarea empezará después de la Copa América. Insólito.

Si la columna de Menotti en el diario español ya había caído mal, mucho peor fueron recibidas sus últimas declaraciones. De todos modos, si fuese sólo la única grieta en la selección, no resultaría tan grave. El problema es que se descubren fisuras por todas partes, en el juego y en la intimidad.

Los jugadores que se imaginaban como líderes de la nueva época no explotan ni con la pelota ni con el espíritu. Los del medio hacia arriba no se atreven a una gambeta ni proponen una pared. Los del medio hacia atrás no son capaces de cortar con falta a un rival que vuela por la raya ni de retroceder con inteligencia para cubrir espacios con criterio en situaciones de sencilla resolución.

A Scaloni todos lo miran de reojo. Sergio Agüero y Angel Di María ya le hicieron saber su malestar delante de los compañeros por la idea del DT de sacarlos frente a Paraguay. No gustó para nada que su decisión se filtrara a la prensa antes que a ellos.

Por esos manejos y por otras determinaciones, crece también la desconfianza interna hacia el DT. Con los cambios de "9" se expuso al extremo. Con Argentina perdiendo ante Colombia, sacó a Agüero y no puso a otro centrodelantero real. Con Paraguay, el centroatacante titular fue Lautaro Martínez y 0-1 abajo le agregó al Kun. El equipo mejoró y empató, pero en su mejor momento sacó a Lautaro y nunca más pisó el área.

Si ya no tenía espalda al asumir, Scaloni se encuentra tiroteado desde todos los lugares. Hasta desde el entorno del presidente de la AFA trasciende que luego de la Copa América habrá otro técnico. Suenan con fuerza Gabriel Heinze (Vélez) y Marcelo Gallardo (River).

En este contexto, ahora Scaloni arma un equipo de adelante hacia atrás escuchando a Messi y a otros compañeros. Pone juntos de arranque a Agüero y Lautaro Martínez, más Leo, claro. Sin equilibrio en el medio. Es la necesidad de ganar para clasificar y evitar la eliminación en una Copa América en zona de grupos por primera vez en la historia. No hay dudas: pasó un año del papelón en Rusia, pero Argentina nada aprendió.

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