El año maldito de Valdés

Pajarito Valdés

El volante albo (37) se rompe el menisco y se despide de una ingrata temporada, en la que perdió la titularidad y empezó a meditar el retiro.



Hace 11 meses, Jaime Valdés cerraba otra temporada brillante en Colo Colo, como pieza clave en el equipo de Pablo Guede, fijo en la oncena e indiscutido.

Sin embargo, este 2018, contrario a la tendencia ganadora del volante desde su llegada al Cacique hace cinco años, en la que coleccionó reconocimientos al mejor jugador del campeonato, mutó hacia un espiral de situaciones que lo terminaron relegando.

Ayer, una rotura de menisco interno se convirtió en el corolario de un año para el olvido. La lesión obligará al mediocampista a someterse a una artroscopía en la rodilla izquierda, que lo mantendrá en rehabilitación por al menos dos meses, a partir de la cirugía a la que se someterá este viernes, de acuerdo a lo indicado por el cuerpo médico albo.

Valdés estaba complicado hace varias semanas y con el correr de los partidos, la dolencia se fue profundizando hasta producirse la rotura, que pone fin a su año futbolístico.

A pesar de su edad, 37 años, la dolencia no debería generar mayores complicaciones en el futbolista. "No debería tener mayor dificultad la rehabilitación. La operación del menisco interno es de recuperación más simple, a diferencia de la del menisco externo. Además, Valdés tiene la ventaja de estar sometido a constante entrenamiento", afirma el kinesiólogo Marcelo Lizana.

Al finalizar el primer semestre, el ex jugador de Sporting de Lisboa sorprendió con una publicación en sus redes sociales. "Autocrítica, acá va. Fue el semestre más bajo desde que llegué, por eso estoy listo (con el corazón roto) a dar un paso al costado", expuso.

Las palabras del volante no dejaron a nadie indiferente y durante varios días estuvo en duda su continuidad en el fútbol. Finalmente, tras una conversación con el técnico Héctor Tapia, decidió continuar en Macul. Sin embargo, a pesar de esa decisión, su protagonismo comenzó a mermarse todavía más y con el correr de los partidos se fue quedando sin espacio. En los partidos de Copa Libertadores pasó a ocupar un lugar en la banca. Mientras que en el campeonato nacional tampoco logró ganarse un puesto entre los titulares. Incluso, fue borrado de la convocatoria en el partido ante Universidad Católica. Esta situación motivó una dura conversación con Tapia. Sin embargo, con el paso de las semanas, las numerosas bajas y ya fuera de la competencia internacional, Pajarito logró volver a la titularidad, pero sin grandes actuaciones, contagiado quizás por el mal momento del equipo.

Su contrato en Colo Colo vence en diciembre del próximo año. En Blanco y Negro afirman que no han tenido noticias de una eventual partida, a pesar de que hace un par de meses, Roberto Kettlun, gerente de Palestino, el club que lo formó, reconocía acercamientos informales para que el hijo pródigo volviera a La Cisterna.

Todo está en manos de Pajarito, quien busca dar sus últimos vuelos de la mejor manera posible y dejar atrás un año maldito.

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