Así con los cabros

Sagal-Medel


Los tuits gemelos que publicaron Gary Medel y Arturo Vidal en sus redes, y que algún colega despistado celebró como una especie de acuerdo entre ambos, demuestra la compulsión que genera el mal momento del fútbol chileno. Después de ganarle el amistoso a México la sensación, incluso en el tono de voz de Reinaldo Rueda, fue de desahogo. Como sacarse un pedazo de carne atorado en la garganta. Por lo mismo, las empresas que manejan las redes sociales de los representados por Fernando Felicevich se apuraron en sacar un posteo autocelebratorio, con frases robadas de algún manual de liderazgo empresarial de calidad media. Pero se apuraron en serio, porque el encargado se tronqueó completo y repitió el mismo texto para Vidal y Medel. Entonces, lo que se suponía era un grito de triunfo y emoción, se transformó en una prueba tangible del piloto automático con el que funcionan las cosas en el fútbol profesional, hasta esa moneda de cambio, bien devaluada, que se llama amor a la camiseta.

No hay que ser muy perspicaz para darse cuenta de que nuestra Selección ha perdido impulso en los últimos años. Y no es tema de un entrenador específico, hay una estructura macro que dejó de generar materia prima. En diez años, el fútbol chileno no ha sacado un solo jugador que pueda ser considerado para un equipo grande o mediano de Europa. Los mejores van a cuadros chicos de Europa (y la mayoría son reservas) y el resto recalan en México.

Nicolás Castillo o Erick Pulgar, con 25 o 24 años respectivamente, recién se van ganando un lugar en el equipo. Cosa que Isla, Vidal, Medel, Carmona o Sánchez lograron con 19 o 20 años. El desfase es evidente. Castillo logró contra México su segundo gol por Chile, a la edad en que Eduardo Vargas ya había anotado 18. Bueno, esa es nuestra esperanza de gol.

Una comparación odiosa: por Inglaterra, por ejemplo, en el partido que le ganó a España en Sevilla, jugaron Joe Gomez, de 21, Ben Chilwell, de 21, Harry Winks, de 22, Marcus Rashford, de 20 y Trent Alexander-Arnold, de 20. En la banca estuvieron: Mason Mount, de 19, James Maddison, de 21, y la guinda de la torta fue Jadon Sancho, de 18 años, campeón mundial Sub 17 en India 2017 ¿Cuántos jugadores chilenos de 20 años resisten hoy una titularidad en la Selección? ¿Cuántos de 17 podrían ser convocados para enfrentar a Brasil o Argentina?

Las sociedades anónimas, con sus contratos de televisión astronómicos y sus grandes empresarios como patrones, no han sabido o querido invertir en divisiones inferiores. Vivieron por años del rescoldo que generaban los clubes sociales y deportivos. Cuando eso se terminó, se dieron cuenta de que no había de dónde echar mano. Más grave que eso, entregaron el manejo y casi control de sus cadetes a los empresarios, con el propio Felicevich a la cabeza, provocando un desastre de proporciones.

Santiago Wanderers, Huachipato, O'Higgins, grandes proveedores de las selecciones juveniles, están sacando jugadores con gotario. Colo Colo no tiene un juvenil de nivel desde Arturo Vidal, reclutado en 2000. No es raro que los entrenadores de las cadetes manejen dos divisiones en equipos más chicos, o que su trabajo principal sea manejar escuelas de fútbol para adultos, donde complementan sus pobres salarios. Estamos hablando de una actividad global que acaba de vender sus derechos de televisión en 2.000.000.000 de dólares.

Puse todos los ceros para que se entienda. Bueno, con esa cifra descomunal, no sacan un juvenil seleccionable en una década. No más preguntas, señor juez.

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