Campeones en penumbra

U. de Concepción

Anteriores vencedores reflexionan sobre sus experiencias y un formato adorado por el mundo, despreciado en Chile. ¿De qué les sirvió la copa?



Volvió en 2008 para quedarse. Con más premios, una plaza en la Libertadores desde hace tres años, pero sin enganchar ni arraigarse como en otros países, donde adoran el formato. Los ganadores de pasadas ediciones recuerdan con cariño sus coronas, aunque sus vidas y su reconocimiento no cambiaron un gramo. Para muchos, aunque poco apreciada desde el exterior, representó la gran alegría de sus carreras.

Mauricio Zenteno fue campeón en 2013/14, con Iquique (3-1, ante Huachipato, en el Monumental): "Es un gran recuerdo. Para Iquique es difícil ganar estas competiciones. Es sacrificado, ya que somos un equipo que está lejos y que viajó bastante por jugarla. Ese año habíamos sufrido el terremoto en la ciudad y representó una alegría doble para la gente y nosotros. Lo habíamos pasado muy mal por la catástrofe".

A la temporada siguiente, ganó Universidad de Concepción (3-2, a Palestino, en Talca). Alzó el trofeo Pedro Muñoz, hoy en O'Higgins, además como goleador del torneo: "La clave fue el grupo. Hasta el día de hoy tenemos contacto. Fue mi primer título como profesional. Aporté mi granito para la historia de la UdeC".

En 2016, Colo Colo se lo tomó en serio (4-0, a Everton, en el Nacional). Ramón Fernández, hoy en O'Higgins, anotó el último: "Ese año la Copa era uno de los objetivos. En ese momento fue muy importante. Es especial salir campeón en un equipo como Colo Colo y más anotando".

También marcó y por dos veces en una final, la del año pasado, Enzo Gutiérrez. Wanderers ganó (3-1, a la U, en Concepción), obtuvo una plaza en la Libertadores y bajó a Segunda: "Ese año marqué varios goles importantes. Fue un momento de mucha emoción, en una campaña muy dura. El más emocionantes de mi carrera, Cuando llegamos a Valparaíso la gente nos estaba esperando en masa".

Los cuatro coinciden en afirmar que la competición va ganando importancia a medida que los premios se agrandan. "Cuando la ganamos, no se le daba tanta importancia, solo era un cupo a la Sudamericana. Me habría gustado más ir a la Libertadores", dice Zenteno. Muñoz añade: "Es cada vez más importante. Ahora hay un gran incentivo. Los clubes ya no lo ven como una oportunidad para los jóvenes o dar rodaje a los que han jugado menos".

"Creo que la Copa cuenta con las condiciones de ser competitiva, pero son los mismos clubes los que muchas veces no la toman en serio. Pasa por un tema de tomar consciencia sobre lo importante que es", reclama Gutiérrez. Fernández va más allá: "Tendría ser más importante aún. Tendría que entregar un cupo directo a la Copa Libertadores y ahí sería más competitiva".

La final entre Audax y Palestino será la primera en formato ida y vuelta desde que volvió la competición en 2008. Un evidente paso atrás. O en eso coinciden:. "Que sean dos finales, da más para la especulación. Mucho estudio y ver qué hace el rival. Yo prefiero una final única, como la Champions. Los equipos salen a jugarse todo y no da para especular. Hay que salir a buscarlo", sostiene Muñoz. Zenteno lo reafirma: "Me gusta la final única y en cancha neutral. Le da más emoción a la competición. Ahora se puede definir en un solo partido y eso quita espectáculo".

Cuatro héroes por un día que quizás solo ellos recuerden que lo son. Cuatro historias del patito feo de las competiciones patrias. La Copa Chile.

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