Sin lugar en el América de México, Nicolás Castillo partió a Brasil con el afán de alcanzar esa regularidad anhelada y recuperar el tiempo perdido. Este sábado, el delantero chileno debutó oficialmente con la camiseta del Juventude. Por la fecha 20 del Brasileirao, su nuevo club perdió por 1-2 de local con el Cuiabá.

Con el marcador en contra, mandaron a la cancha al jugador formado en Universidad Católica para los últimos minutos. Ingresó en los 88′. Pese a la brevedad de su estancia en la cancha, el de hoy es el primer partido de Castillo después de 601 días. O dicho de otra forma, volvió a jugar un duelo por los puntos tras un año, siete meses y 23 días. Su último encuentro había sido con la camiseta de las Águilas del América, el 19 de enero de 2020, ante Tigres. Luego de eso, apareció el fantasma de las lesiones y una trombosis que lo sacó de la actividad por mucho tiempo e incluso puso en entredicho el poder seguir como futbolista.

El jugador hizo la pretemporada con el equipo mexicano (dueño de su carta), en Estados Unidos, y jugó amistosos, pero de todas formas no estaba en la consideración del argentino Santiago Solari. Ante esto, se le buscó una vía de escape y llegó al Juventude. El pasado martes fue a la banca ante Corinthians, pero no ingresó. Pero hoy le llegó su oportunidad. Un nuevo comienzo para un delantero que, en su minuto, generó muchas expectativas.

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