Católica le hace el trabajo a Rueda

Maripán, Roco, Sierralta

La nómina para la gira asiática de la Roja cuenta con Sierralta, Maripán y Roco. Todos son defensores centrales de una imponente envergadura física formados en la UC.



Que Reinaldo Rueda tiene una preferencia por los zagueros centrales de gran estatura, no es una novedad. Las nóminas para los amistosos internacionales, los elegidos para los microciclos y las experiencias anteriores del director técnico, comprueban esa tesis. Ahora se le puede añadir un ingrediente extra: la mayoría se formó como jugadores profesionales en la UC.

Para la gira asiática que contempla los partidos frente a Japón (7 de septiembre) y Corea del Sur (11 de septiembre), el DT nacional nominó a cinco jugadores que pueden ejercer como centrales: Paulo Díaz (1,80), Igor Lichnovsky (1,87), Guillermo Maripán (1,93), Enzo Roco (1,92) y Francisco Sierralta (1,92). Rueda utiliza al primero como lateral derecho, así que son cuatro los posibles centrales. Tres de ellos provienen de las divisiones inferiores de los cruzados: Maripán, Roco y Sierralta. Coincidentemente, los más altos.

En la precordillera no esconden su felicidad. "El orgullo siempre está. Desde que son promovidos al primer equipo hasta cuando son nominados a la selección adulta. Esto refleja el buen trabajo que lleva haciendo el club hace ya muchos años en términos de formación", explica Iván Álvarez, entrenador de la sub 11 y exjugador formado en la UC. "Nos pone muy contentos. Fuera de algunos centrales extranjeros, no habíamos tenido muchos zagueros altos. Estamos chochos", reconoce Alfonso Garcés, Jefe de Captación del fútbol formativo de la UC.

Que los defensores centrales sean altos, ¿es una coincidencia o una política de formación del club? "No es una constante ni tampoco una prioridad formar a chicos de estatura. Nosotros primero buscamos muchachos de buen fútbol y ojalá venga de la mano lo de la envergadura física. No es una política de formación", dice Garcés. "No hay una condición de que el club busque centrales grandotes. La parte principal es que jueguen bien. Lo que sí, la competencia actual en el fútbol está pidiendo centrales de envergadura. Es lo que quieren en el extranjero", reconoce Álvarez. "Eventualmente tratamos de potenciar ciertos perfiles por posición. La de los centrales es una. Es la tendencia mundial, pero no significa que buscamos jugadores altos. No es una política de formación", dice Andrés Romero, entrenador de la sub 20 de la UC.

En San Carlos, reconocen que el jugador de biotipo sobresaliente, en general, debe ser más trabajado, ya que en varios aspectos le cuesta más. "Hay que tener ojo, porque a los jugadores de gran envergadura física les cuesta un poco más el tema técnico. Yo creo que pasa por el centro de gravedad… En el club se trabaja física y técnicamente a ellos. El progreso va acompañado de mucho trabajo, de ellos y de nosotros", esgrime Garcés. "Si se sabe que será grandote, el club los espera un poco más para que exploten. La Católica los va potenciando", dice Álvarez.

Hasta el momento, Rueda tiene una dupla predilecta de zagueros. En cuatro de los cinco partidos dirigidos ha utilizado a Maripán y Roco. La única excepción fue frente a Rumania. Ahí jugaron Maripán y Lichnovsky. Los favoritos del colombiano poseen una historia muy diferente de formación en la UC.

Maripán llego a los ocho años al club y fue a través de la escuela de fútbol. Ahí se fue puliendo hasta que comenzó a integrar las divisiones inferiores. Su primer entrenador fue Andrés Romero, en la Sub 12. "Llegó jugando de central y cuando lo vimos, no hubo dudas de que era su puesto. De altura no sobresalía tanto. Recuerdo que era muy flaco. Después se fortaleció físicamente con pesas y el trabajo del club. Lo retomé en la juvenil y ahí se le veía como un jugador con un crecimiento mental sobresaliente. Fue capitán y líder positivo", recuerda el Moto. "Es un jugador exclusivamente formado en la UC", complementa Garcés.

La historia de Roco es distinta. Llegó a la UC tras un torneo escolar, en el que fue captado por Garcés. Y llegó a vivir a la residencia del club. "Tenía las características propias de un chico de gran estatura, pero era poco coordinado. Fue asimilando conocimientos y aprendiendo día a día a controlar su envergadura. Al principio le costó, pero lo defendí. Es un chico que siempre tuvo condiciones", recuerda el formador.

Una de las apuestas de Rueda es Sierralta, actual jugador del Parma. Tiene 21 años y es el más joven de los centrales nominados. También fue formado en la UC. Al igual que Maripán, llegó al club a través de la escuela a muy temprana edad. Desde pequeño destacó por su liderazgo y madurez. Fue capitán en casi todas las divisiones. Y su generación ha sido una de las más ganadoras en la historia del club. "Lo tuve en la juvenil. Ahí hacía dupla con Kuscevic y jugaban muy bien. Es un muchacho muy competitivo y con ganas de entrenar. Entiende muy bien su función en la cancha", cuenta Romero. "Es un chico muy inteligente para el juego, técnico y táctico. Viene con un dejo de formación muy bueno, desde el colegio", complementa Garcés.

Coincidencia o no, la UC demuestra que forma gigantes que pretenden liderar el principal recambio visible en la Roja : la defensa. Y así, le hace el trabajo a Rueda.

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