Curicó corta la racha de Everton y se aleja de la zona de descenso

CURICÓ

El equipo de Jaime Vera se impuso ante los ruleteros en un importante duelo por mantenerse en Primera División.



Curicó: J. Deschamps 4, C. Díaz 4(71' C. Cisterna 4 ), F. Bechtholdt 4, D. Franco 4, K. Lara 5; N. Bandiera 5, S. Zúñiga 3, M. Cortés 4, N. Gauna 4 (69' M. Quiroga 4 );R. Blanco 5, G. Vargas 5 (83' E. Godoy 4 ) . DT: Jaime Vera 5.

Everton: C. Toselli 4, C. Rodríguez 4(68', M. Ibacache 3 ), M. Velásquez 4, C. Suárez 4, D. Zúñiga 4;D. Orellana 3, B. Rivera 3, A. Madrid 4(75', A. Ramos 4 ); J. Cuevas 5, P. Rubio 4, O. Salinas 5 (82', P. Sanchez 3 ) DT: Javier Torrente 4

Arbitro: Piero Maza 4, amonestó aDíaz (C); y Rubio, Madrid, Salinas e Ibacache (E)

Goles: 0-1, 9', Cuevas define cruzado tras habilitación de Salinas; 1-1, 14', cabezazo de Vargas tras centro de Lara; 2-1, 72', Bandiera anota luego de un rebote en el área; 3-1, 84', Blanco dispara un zurdazo potente en el ángulo.

Estadio Bicentenario La Granja asistieron 4.634 personas .

Dos partidos en uno. Así se puede resumir la importante victoria por 3-1 de Curicó Unido sobre Everton de Viña del Mar.

La primera parte fue muy disputada. Los jugadores de ambos conjuntos presionaban en campo rival cometiendo muchas faltas y provocando errores. De hecho, el primer gol se produjo luego de un fallo en la salida de los torteros, bien aprovechado por Everton que, mediante un pase de Oscar Salinas a Juan Cuevas, definió cruzado ante la salida del portero Jorge Deschamps y puso en ventaja a su equipo.

Los locales no se desesperaron y cinco minutos más tarde, en una jugada muy conceptual encontraron el empate. Construyeron juego desde atrás y triangularon por el costado derecho. Esto generó que los jugadores viñamarinos se acumularan en ese sector para realizar la recuperación y por ende, liberaron espacio en el otro lado del campo. Con un cambio de orientación en la jugada, el lateral izquierdo de los curicanos, Kennet Lara, apareció sin marca, y en un preciso centro, permitió el gol de cabeza de Gabriel Vargas.

Los siguientes minutos estuvieron marcados por el mayor dominio de Curicó en la tenencia de la pelota y por los intentos de Everton de aprovechar el buen nivel de Juan Cuevas. El argentino se ubicaba en la banda derecha, pero se movía por todo el frente de ataque. Fue muy difícil de contrarrestar para la defensa local, que se veía complicada ante la movilidad de la ofensiva ruletera. El contraataque era el arma de Everton, que al tener jugadores veloces a espacio abierto, se sentía cómodo en esa faceta. Así, el duelo no bajó en intensidad y se hacía muy difícil lograr una buena seguidilla de pases.

Los primeros 45 minutos condicionaron el desarrollo de la segunda parte.  Por el desgaste, ambos elencos perdieron intensidad y las imprecisiones con la pelota se hicieron notorias. Esto volvió más impredecible el desarrollo del encuentro porque los errores se sucedían en cada jugada.

Además,  los mediocampistas de ambos conjuntos no podían hacerse ejes del juego. En Everton, tanto Madrid como Orellana tienen características de llegadores, es decir, se acomodan a un juego directo. En ningún momento buscaron esas pequeñas combinaciones que permiten adueñarse de la pelota para adelantar las líneas y atacar con mayor volumen ofensivo. La zona de volantes  representa el termómetro de un equipo y los interiores ruleteros nunca lograron participar continuamente del juego. Y también, puntos altos como Cuevas y Salinas no tuvieron influencia en la segunda etapa y ni siquiera pudieron construir contragolpes. Aun así, en una situación aislada, Patricio Rubio tuvo la oportunidad de marcar, pero fue derribado en el área en una polémica jugada en la que la visita reclamó penal.

Por su parte, los curicanos hicieron dos cambios para buscar frescura por las bandas. Los ingresos de Cisternas y Quiroga le dieron mayor profundidad para generar peligro. Minutos después, Neri Bandiera puso en ventaja a los locales luego de un saque de esquina.

Con la ventaja, los dirigidos por Jaime Vera no pasaron sobresaltos y liquidaron el encuentro con un golazo de Ricardo Blanco, que clavó la pelota en el ángulo con un potente zurdazo. Los cambios de Torrente no fueron preponderantes ni alteraron el rumbo del partido.

Curicó no fue muy superior a Everton, pero en un segundo tiempo totalmente diferente al primero, se adaptaron mejor y sacaron la ventaja necesaria para lograr los tres puntos. Un triunfo que lo aleja de la zona baja de la tabla y que deja muy preocupado al elenco viñamarino.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.