El seis de mayo fue un día esperado para los británicos. La coronación del Rey Carlos III, el monarca número 62 del Reino Unido, marcó la pauta de una extensa jornada. El mayor acto ceremonial británico en siete décadas oficializó la llegada al trono del hijo de la fallecida Reina Isabel II.

Hoy, el palacio de Buckingham tiene un nuevo soberano. La última ceremonia de esta índole aconteció a mediados del siglo pasado. Concretamente, el 2 de junio de 1952. El desfile desde la residencia real hasta la Abadía de Westminster, pompa que data desde hace un milenio, significó la asunción de la madre del actual rey.

Y claro, el monarca del país donde se inventó el fútbol también se interesa por el deporte más popular del planeta. Su progenitora fue vinculada al Arsenal y al West Ham, pero nunca manifestó una preferencia en público. Al contrario, el Rey Carlos tiene una inclinación clara: el Burnley.

En principio, el soberano de 74 años quiso mantener en secreto su afición por The Clarets, equipo que perdió la categoría en la pasada edición de la Premier League. No obstante, la reserva no pudo mantenerse y su simpatía hizo eco en todo el Reino Unido. En una cena para el British Asian Trust, en 2012, confesó su fanatismo y se refirió a las organizaciones de caridad que tiene en la ciudad: “Un consorcio de mis organizaciones benéficas, incluido el British Asian Trust, ha estado trabajando en Burnley, por lo tanto, algunos de ustedes me preguntaron esta noche si apoyo a un club de fútbol británico y dije: ‘Sí, Burnley’”.

Además, habló sobre el motivo por el cuál es hincha: “Sí, porque Burnley ha pasado por momentos muy difíciles y estoy tratando de encontrar formas de ayudar a regenerar y elevar las aspiraciones y la autoestima en esa parte del mundo”. Apenas se supo, el elenco que actualmente es dirigido por Vincent Kompany le regaló un boleto de temporada VIP.

Una familia futbolera

Al contrario del Rey Carlos, su hijo Guillermo, que tomó el puesto como Príncipe de Gales, tiene una pasión más profunda. El heredero al trono es el integrante de la familia real más vinculado al fútbol. De hecho, es presidente honorario de la Asociación Inglesa de Fútbol (FA) desde mediados de la primera década del 2000.

También, es un confeso fanático del Aston Villa, equipo al que se le ha visto apoyando en diversas ocasiones: “Estaba buscando clubes. Todos mis amigos del colegio eran del Manchester United o del Chelsea y yo no quería seguir la corriente de los equipos más conocidos”.

“Quería un equipo que estuviera a mitad de la tabla y me pudiera dar más momentos de montaña rusa de emociones. El Aston Villa siempre tuvo una gran historia”, señaló en conversación con la BBC, en 2015.

Por su parte, el príncipe Harry es seguidor del Arsenal, aunque no es muy fanático del balompié. En tanto, Catalina Middleton es hincha del Chelsea.

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