La historia la escribe Nole

En la final más larga de la historia de Wimbledon, Novak Djokovic vence a Roger Federer y consigue su 16º Grand Slam. Cuatro horas y 57 minutos de una batalla épica, en la que el suizo desperdició dos puntos de partido.



Fue la sublimación del tenis como espectáculo deportivo, del amor propio como impedimento para rendirse, del orgullo, la competitividad y el juego limpio. Novak Djokovic, Roger Federer y el pasto gastado del Court Central del All England Club fueron un solo ser durante la final de Wimbledon, y que durante cuatro horas y 57 minutos maravilló al mundo. De la épica unión, no obstante, solo saldría un campeón. Y ese fue Djokovic.

El serbio consigue su quinto Grand Slam inglés luego de vencer a Federer en la final más larga en la historia del torneo: 422 puntos, 68 juegos y casi cinco horas de un batalla cuyos primeros cuatro sets, cargados de una similitud abrumadora, solo sirvieron como preludio al magnífico e histórico final que se definió por un empate a 12 juegos.

"En Australia, ante Rafael Nadal, tuve una de las finales más demandantes en cuanto a lo físico, que casi llegó a las seis horas", comentó Nole. "Pero esto es diferente. Mentalmente fue otro nivel, por todo. Estuve a un tiro de perder. Las cosas pudieron darse para él, ya que estaba sirviendo extremadamente bien", agregó.

Fue en el quinto set cuando Federer dejó escapar su noveno título de Wimbledon - y el 21º Grand Slam de su carrera- al desperdiciar dos puntos de partido. Estando 8-7 arriba, sirviendo para ganar, hilando aces como si fuese lo más sencillo del mundo, el suizo sucumbió ante la frialdad de Djokovic, que logró empatar el juego con 40-15 en contra y luego quebró gracias a dos tiros de su rival en la red.

Pese a recuperar el quiebre, al líder del ranking ATP le costó mantener su servicio. Federer empujó para evitar un tercer tie break, pero la férrea defensa del serbio, así como su resto físico, lo impidieron.

Djokovic iguala a Björn Borg con cinco Wimbledon. Suma su 16º Grand Slam. Queda a dos de Nadal y a cuatro de Federer. Tiene 32 años y vuelve a meterse en la pelea por ser el mejor de la historia.

"Si esta no es la final más emocionante que he jugado, de seguro es la segunda o tercera. Me enfrenté a uno de los mejores de la historia. Es increíble tener dos puntos de partido en contra y remontar", agregó el número uno del mundo.

Y así ganó Nole en la tarde más extensa de Wimbledon: no fallando lo que falló Federer, dándole continuación a lo hecho en los dos tie break anteriores, golpeando la pelota como si en eso se le fuera la vida. Así triunfó Djokovic en una final de reyes, una final para la historia.

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