Pese a todo el lobby de Fox, que incluyó una visita a un reputado cabaret por parte de los ganosos dirigentes de la B, encuestas de popularidad infladas, filtraciones a la prensa y autobombo en los medios, por citar unas pocas herramientas, es Turner el que se quedó con las transmisiones del CDF por 1.300 millones de dólares. Fue camino sangriento éste, donde muchos clubes se olvidaron de la cancha y concentraron todos sus esfuerzos en obtener una substanciosa tajada. Enhorabuena, lo consiguieron. El blindaje hacia la Tercera División puede ser relajado, el pastel ya fue repartido, nadie más jugó, los que lleguen pueden comer las migas.

Pero toda gran fiesta tiene una resaca. Primero, el Sifup exige un porcentaje de la venta de los derechos del fútbol chileno. Mal que mal, ellos son los que corren el domingo en la cancha. Sin jugadores, no hay negocio. Me parece una petición justa, no para repartir y salir corriendo, como harán muchos dirigentes, sino para hacer un fondo común de retiro y asistencia médica. El hecho que Sergio Jadue haya repartido 500 mil dólares entre los clubes de los derechos de la selección chilena avala al Sifup. Para eludir impuestos se disfrazó la suma como "aporte a las divisiones menores", siendo que no se invirtió un peso en cadetes.

Otro dato relevante son las situaciones de Antofagasta y Barnechea. La jueza Anyelica Lucas Berna, notificó el viernes pasado a la ANFP sobre la retención de los dineros que debía recibir Antofagasta por la venta fraudulenta de los derechos federativos al empresario Jorge Sánchez. Nada que hacer, esa plata está congelada y Antofagasta, y su plata de Turner, volverá en el corto plazo a los socios. En el caso de Barnechea existe una denuncia en el Tribunal de Libre Competencia por la apropiación de los derechos federativos en 2011 por parte de un grupo de empresarios encabezados por Armando Cordero, sin pagarle un peso a los legítimos dueños, el Club Social y Deportivo Barnechea ¿Dónde hemos visto esto antes? Esperamos noticias al respecto.

Otrosí relevante es el petitorio del Sindicato de Trabajadores del CDF de una parte del 20% que se lleva del negocio Jorge Claro Mimica, más de 300 millones de dólares. Recordemos que el empresario sólo pagó el 10% de los derechos y el otro 10% fue un singular regalo que le hizo Reynaldo Sánchez. Una de las claves del éxito del CDF ha sido los costos bajísimos, la precariedad laboral y la tercerización de servicios. Como en el Sifup, es justicia entregar al menos un bono simbólico a los cientos de trabajadores del CDF que llevaron durante década y media el peso de las transmisiones. Cuando empezó el canal en 2003, se explicaban las bajas remuneraciones porque el negocio era deficitario. En 2017 esta explicación es impresentable. Así como Sánchez le regaló 150 millones de dólares a Claro, es justo que el empresario premie, no regale, a quienes le hicieron el canal.

PD: Muchos esperan que responda la columna de Felipe Bianchi del sábado. Difícil tarea, es casi imposible ganarle a un pellegrinista-bonvallista, mouriñista-guardiolista, bielsista-guedista. Alguien que proclama al Chile de Pizzi como la mejor selección del Mundo en julio y en octubre cacarea que el equipo es un desastre y le falta intensidad, está blindado por todas partes. Los defensores de las causas ganadas, los que opinan con el diario del lunes sin haber visto un partido el fin de semana, los que se sienten tan inseguros de sus convicciones que tienen que subirse arriba del púlpito, o del piano, a apuntar con el dedo, me tienen sin cuidado. Pero, ojo Guasón, cosa lamentable y peligrosa es exigirle a un periodista "morir en la rueda". Es decir, callar por puro oportunismo. Una cosa es hacer periodismo complaciente con el poder, otra es la alcahuetería. Y esta jugada quedó en el borde del offside, no sé si el VAR la salva.

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