Escapando de Sapporo

Sapporo

Chile deja atrás la ciudad japonesa, que dio una lección de civilidad en medio de la tragedia. El equipo de Rueda logró entrenar y anoche voló a Corea del Sur.



Cuesta decir que en Sapporo, la ciudad japonesa en la que la Selección iba a enfrentar al combinado nipón, las condiciones mejoran. En rigor, los servicios básicos, como la energía eléctrica y el agua potable se restablecen, pero la emergencia sigue latente y los números trágicos aumentan.

El gobierno informó que la lista de fallecidos ya llegaba a 18 personas, una cifra que podría crecer aún más, considerando que hay 24 desaparecidos. Para peor, el primer ministro, Shinzo Abe, instó a extremar las precauciones ante el riesgo de lluvias que podrían generar derrumbes.

La población local ha dado muestras de su cultura sísmica y, sobre todo, de su civilidad. En Sapporo hubo inquietud y temor, pero no se produjeron excesos ni saqueos, como ha pasado en otros lugares del mundo, incluido Chile para 2010. La gente atiende el llamado de las autoridades y cumple sus instrucciones con exactitud.

La Roja, en tanto, escapa de la siniestrada localidad. Lo hace para respetar el itinerario y para abandonar un lugar que, finalmente, no le reportó demasiada utilidad en el afán de Reinaldo Rueda de seguir hallando alternativas para la renovación del plantel. Anoche, (10.50 de la mañana del sábado en Japón), Chile despegó desde Sapporo. Gracias al restablecimiento de las operaciones en el aeropuerto, el equipo criollo cumplió estrictamente su itinerario y voló en un chárter a Seúl, la capital de Corea del Sur. Desde ese sitio, el viaje debe continuar por tierra hacia Suwon, donde la Roja preparará el amistoso frente al equipo que dirige el portugués Paulo Bento.

Ayer, además, la Selección pudo realizar su tercer entrenamiento completo. Practicó en el Soccer Amusement Park, el sitio que eligió la ANFP para continuar con los trabajos ante la destrucción que sufrió la cancha que había elegido originalmente. La sesión comprendió diversos aspectos como activación neuromuscular, entrenamiento de rapidez y coordinación, trabajo específico de arqueros y táctica en equipos reducidos (cinco contra cinco) y 11 contra 11. Además, se realizaron trabajos de finalización de jugadas ofensivas, tiros de esquina y penales.

La intención del cuerpo técnico colombiano fue generar condiciones de normalidad y, en la medida de lo posible, obtener alguna utilidad de las jornadas de preparación.

En el plantel, en tanto, se prodigaron en mantener un ambiente cálido, pese a las carencias que, obligada e inesperadamente, debieron afrontar. "Lo más complejo fue estar sin luz ni agua, pero sirvió para estar cerca de los muchachos. Esto ya pasó y ahora que enfocarse en el partido contra Corea del Sur", declaró el defensor Guillermo Maripán. "Ha sido complicado, pero, por la forma en que se han dado las cosas, todo esto sirvió para conocernos más", añadió el jugador del Alavés, en un intento por encontrarle algún beneficio a la situación que truncó los planes que tenían Rueda y el plantel para su permanencia en Asia.

Maripán lamentó la imposibilidad de medirse con los nipones. "Teníamos mucha ilusión de enfrentar a Japón, porque venía de hacer una buena Copa del Mundo. (Ante Corea del Sur) Esperamos hacer un buen partido para seguir haciendo lo que veníamos haciendo con el profesor Rueda", agregó.

A lo que sí se niega es a aceptar el mote de recambio que ha recibido el grupo que integra. "No somos una nueva Selección. Se habló del recambio y eso está pasando poco a poco. Pero no creo que seamos una nueva Roja… Somos la continuidad", dice, convencido.

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