Huachipato y Colo Colo disputan un intenso partido. Mientras los acereros buscan escaparse en la cima de la tabla de posiciones del Campeonato Nacional, los albos, que están próximos a debutar por Copa Libertadores, intentan salir del pésimo momento que viven.

El duelo disputado en el CAP de Talcahuano no ha estado exento de emociones, pues ha contado con una gran cantidad de ocasiones de gol, sobre todo desde el lado del Cacique, que, por ahora, se impone por la cuenta mínima.

Sin embargo, el partido no solo destacó por el fútbol. A minutos de iniciado el complemento, una situación se llevó todos los reflectores. Desde la barra visitante presente en Talcahuano lanzaron una bomba de estruendo al área del cuadro de la usina, lo que generó la paralización del encuentro por unos minutos.

El suceso entorpeció el encuentro. De hecho, el juez Diego Flores decidió detenerlo y fue a dialogar con el oficial del recinto deportivo. Además, desde los alto parlantes hicieron una llamada de atención para la parcialidad alba. De todas formas, el colegiado determinó la continuidad del partido.

Antecedentes

La situación podría acarrear nuevas complicaciones para Colo Colo. Y es que los albos, que se han visto envueltos en reiteradas ocasiones de este tipo, se arriesgan a sufrir un nuevo castigo. La situación no es nueva. ¿El último antecedente? Hace unas semanas. En el Superclásico, el pasado 12 de marzo, se vivieron numerosos hechos de violencia en el Estadio Monumental.

Pero los precedentes no se quedan ahí. Uno de los más recordados ocurrió en febrero de 2020, cuando una bengala precedente desde la Garra Blanca impactó a Nicolás Blandi, exdelantero del Cacique. Esto obligó a la repentina suspensión del duelo ante Universidad Católica y significó tres fechas de suspensión, que posteriormente se redujo a dos.

En tanto, el año pasado la parcialidad del cuadro popular protagonizó diversos incidentes. El primero fue en marzo, cuando un grupo de hinchas lanzó objetos contundentes en el partido ante Audax Italiano. Esto los dejó un encuentro sin público justo cuando cumplían una pena de cuatro jornadas sin que sus hinchas pudieran asistir de visita tras los graves destrozos en el estadio Calvo y Bascuñán de Antofagasta, en la última fecha del certamen anterior.

Semanas después, frente a River Plate, los albos protagonizaron un nuevo evento. En dicho cotejo, un grupo importante de fanáticos invadió sin entrada diferentes sectores del recinto. Además, el lanzamiento de bengalas y proyectiles interrumpió el partido. Esto se tradujo en un encuentro como local sin hinchas y en una costosa multa de la Conmebol, concretamente 90.500 dólares.

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