Jarry corre para ser sembrado

NICOLAS JARRY

El número uno nacional venció a Marin Cilic (6º) y logró la mejor victoria de su carrera. En Shanghái, avanzó por primera vez a octavos de final en un Masters 1.000. Si llega a semifinales en China, prácticamente se asegura ser uno de los 32 cabezas de serie en Australia. Para ello debe sumar al menos 241 puntos de aquí a enero.



Un grito desde lo profundo del alma coronó una noche mágica en Shanghái. Nicolás Jarry acaba de derrotar con autoridad al número seis del mundo, Marin Cilic, y por primera vez se instaló en los octavos de final de un Masters 1.000. Justo en la misma ciudad donde 11 años antes Fernando González se impuso al suizo Roger Federer.

La victoria por 2-6, 7-6 (6) y 7-5 sobre el ex campeón del US Open no solo es el hito más importante de su carrera, hasta ahora, sino que también es la demostración de que ante jugadores de mejor ranking ha podido jugar de igual a igual, saliendo victorioso en la mayoría de los casos. De hecho, con el de ayer registra 13 triunfos sobre rivales del top 50 en 22 enfrentamientos esta temporada.

Por otra parte, consolidó su récord positivo ante tenistas entre los 10 mejores del mundo, pues también venció este año en el ATP 500 de Hamburgo al austriaco Dominic Thiem (8º). Mientras que en 2016 había caído ante David Ferrer (6º), en el ATP 500 de Río, al que había accedido mediante una invitación, pues en ese momento se encontraba en el lugar 493º, producto de una larga lesión.

Más allá de las cifras, que reflejan una gran temporada, el número uno nacional mostró una gran decisión en momentos muy críticos. De hecho, enfrentó dos puntos de partido en el segundo set (ambos resueltos de gran manera) y rompió el servicio del croata cuando sacaba por el partido en el tercero. En ese momento un passing de revés a la carrera se convirtió en uno de los más aplaudidos. Tanto así, que el sitio oficial de la ATP publicó el video de la jugada.

Por supuesto que todos estos factores permiten soñar con algo más para Jarry en lo que queda de temporada. Por ejemplo, sumar los puntos necesarios para ser uno de los 32 cabezas de serie del próximo Abierto de Australia. Con las unidades ganadas hasta el momento, se ubica transitoriamente en el puesto 42 del ranking. Sin embargo, un nuevo triunfo mañana, en el día de su cumpleaños 23, ante el ganador del duelo de hoy entre el británico Kyle Edmund (14º) y el italiano Andreas Seppi (47º), dejaría al chileno en el 37º lugar de la clasificación. Mientras que una eventual semifinal en China lo pondrá a un paso del objetivo.

Actualmente, se ubica a 153 unidades del número 32 del mundo, el australiano Alex de Minaur. Sin embargo, Jarry debe considerar las 88 que defiende del año pasado, por lo que en realidad necesita cosechar al menos 241 puntos de aquí a enero.

Cualquier otro resultado lo obligaría a ir a buscar puntos al ATP 250 de Amberes, el 500 de Basilea, disputar la qualy de Masters 1.000 de París-Bercy e, incluso, sumar en el ATP 250 de Pune, en la primera semana de enero de 2019, el último certamen para cerrar los sembrados en Australia.

De todas formas, con lo conseguido hasta ahora, Jarry queda muy cerca de terminar entre los 50 mejores del mundo en su primera temporada jugando íntegramente torneos ATP, en un año que comenzó 113º.

Entre los hitos de este 2018, se encuentra su primera final ATP, en Sao Paulo, los ya mencionados triunfos consecutivos sobre dos top ten, algo que no ocurría desde Fernando González, cuando en 2007 superó a James Blake (5º) y Rafael Nadal (2º) en Australia. De hecho, el mismo Bombardero se había impuesto a Andy Murray (3º) en Roland Garros 2009, la última victoria de un chileno ante un top seis.

Jarry sueña y hace soñar a un país, confirmando que la transición que comenzó con el fin de la generación dorada está llegando a su fin.

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