La alegría de Miguel Ramírez: "Volvió todo a la normalidad, imagino la felicidad de la gente"

MIGUEL RAMÍREZ

El técnico de Santiago Wanderers destaca la cohesión de toda la ciudad para pelear por un objetivo que estuvo en serio riesgo por la determinación inicial del Consejo de Presidentes.



Miguel Ramírez esperó junto a todos sus colaboradores el desenlace del Consejo de Presidentes que, finalmente, revirtió la decisión inicial y decretó el ascenso de Santiago Wanderers. Fueron horas tensas. La incertidumbre respecto de una determinación que se terminó adoptando por unanimidad dio, finalmente, paso a la felicidad total. El objetivo del equipo de Valparaíso, que lideraba la tabla de la Primera B hasta la interrupción del torneo por el estallido social, era el ascenso. La felicidad es proporcional al esfuerzo para haberlo conseguirlo. Un desgaste que en el puerto se negaban a tirar por la borda.

"Volvió todo a la normalidad, imagino la felicidad de la gente", parte diciendo el ex defensor de Colo Colo para graficar lo contento que se siente. Una sensación que compartió también con sus jugadores, con los que nunca dejó de estar en contacto durante este período.

"Es como cuando uno va a jugar una final, con ese dolor de guata, esa ansiedad, el cosquilleo. Se había vivido un período bien especial el viernes cuando informan que Wanderers no iba a ascender. El sentimiento de injusticia fue tremendo", describe.

El entrenador destaca el compromiso colectivo para lograr el ascenso. "Hubo una buena reacción de todos. Estuvimos bien alineados para poder hacer ruido y dar a entender nuestro malestar por lo que se estaba planteando. La gente de Wanderers hizo una buena labor, la corporación, el alcalde, el mismo Ángel Botto (ex presidente del Tribunal de Disciplina). Muchos abogados llamaron para ayudar al club. Ellos sentían que la injusticia se podía revertir. Y lo logramos", concluye.

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